A cuento de la
memoria
y este tiempo de
descuento
sin esbozo de
lamento
transito algo de
mi historia.
Libre retahíla de
amores
por senderos
concedidos
de lado quedan
favores
y sueños
incomprendidos
la silueta del
mendigo
y un deseo
adormecido.
Arropado por
mortajas
desando vagos
convenios
crepúsculos
harapientos
anónimos y sin
dueño.
Lacerado por
cenizas
crecí rabiando
prudencias
callando tontas
malicias
y exiliado por
decencia,
no me sirven las
noticias
no me sirve la
clemencia.
Sin destino hallé
confín
de certezas y de
dudas
manual que todo
paisano
debería
amortizar,
y a poco fue que
entendí
aquello a
memorizar
y cual si fuera
capital
que acampa junto a
la huesa
más gravoso que
llevar
el pan y el vino
a la mesa.
Ningún dilema me
tienta
no soy cantor que
critica
lo que digo me
molesta
más no lo puedo
evitar,
imposible
especular
ante el fraude y
la rapiña
no me disfrazo ni
acuso
por simple
arrebato moral
comprenda si mal
me excuso
tumbado en un
totoral.
Supe mantener
querencia
y supe andar
vizcacheando
lo puro del buen
aldeano
no me atrevo a
sopesar.
Quien pudiera
precisar
aquello que es
discutible
las recetas
infalibles
suelen a veces
callar
los usureros
calibres
y el tesón por
degollar.
Vivo en un pago
medroso
huidizo para
vocear
lo injusto del
poderoso
al momento de
carnear.
Y la cosa no
termina
con la simple
sumisión
en ocasiones lo
elije
como síndico y
rector,
no le de vuelta
paisano
ser libre es
tener valor.
Se rinde culto a
Maciel
y al Nírido
Santagada
pero guay de
parecerse
en sus luchas y
estocadas.
Que todo quede en
un busto
o en una calle
cortada
que nadie se
atreva pues
a reprender al
baqueano
que castiga a su
tobiano
para humillarlo
después.
Los mejores
pantalones
se lucen en la
Rural
cuando es dable
demostrar
que el patrón es
generoso.
Vacile de lo
primero
que le quieran
enseñar
el rendido no
revela
sus dolencias y
su pena
sólo aspira a
subsistir
aferrado a su
cadena.
Se afilian las
mayorías
al subsidio y la
prebenda
se especula del Estado
se despilfarra la
hacienda.
El modesto
jornalero
no cuenta con
bienvenidas
él se sabe
minoría
en cuestiones del
deber
no alcanza con
ser medido
sólo la meta es
tener.
Me tientan las
generales
de lo que marca
la estima
me hago cargo de
mi Pago
de su paisaje y
su rima.
El conocer sus
miserias
me permite
disfrutar
de sus enormes
cadencias
y su puesta sin
igual
la aldea guarda
hidalguías
más allá de todo
mal.
Hay fulanos con estirpe
que en su sangre
ven blasón
yo les pido
humildemente
que me extiendan
su perdón.
Mas soy un ignoto
coplero
desprolijo en sus
decires
que guarda por
este Pago
un sentimiento
carnal
sin apellido de
alcurnia
sin apetencia
banal.
Mi humor es
apenas rojo
corta en mi zarza
y mi brote
no me cuelga en
el cogote
ni premio ni
bendición.
Le comento en la
ocasión
que no hay legua
con mi gracia
que para suerte o
desgracia
la renta no es mi
calado
por eso siento el
desprecio
del presente y el pasado.
Varias veces me
libré
del Pago y sus
perrerías
si uno escapa
está dejando
la mesa presta y
servida.
Los malandras y
los necios
tienen aguante y
paciencia
conocen como una
ciencia
que la lucha no
es eterna
que el carente y
su conciencia
juegan tute en la
taberna.
Sigo porfiando en
la justa
con heridas y
reveses
los trigales y
las reses
se olvidaron de
la fusta.
La sapiencia
popular
pendonea en
armatostes
con reinados poco
claros
como alambrado
sin postes,
cucardas y
peroratas
surcadas por los
azotes.
Las decimas de primera ,la triste y pura verdad,la honestidad en la pluma ,el lenguaje emocional,pa completarla “el Turquito” inmenso,como un mural, que falta que estas haciendo,que ausencia dejaste aca’.
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