El escritor y su gato compartiendo soledades

El escritor y su gato compartiendo soledades
Los infiernos del escritor

jueves, 24 de marzo de 2016

Gracias Paco... Mi gran amigo Javier "Paco" Miró, poniéndole música a un poema de mi autoría titulado Placebos..


Si estoy destinado a formar parte de su olvido
le solicito buenamente algunos tiernos placebos.
Por ejemplo…
que sus ojos bajen persianas a intervalos extensos
pero constantes y que atentos a los míos
no le cedan un instante al desvío.
Otro de ellos sería desafiar al simulacro
y de ese modo me tome como el amante de sus noches,
ese mismo que no soy, o soy,
pero solo en mi capricho y su silencio.
Poco importa que el café se haya entibiado
si esta idílica falacia envuelve mi cielo.
No le niego a su voluntad mi dolor,
tampoco le pido que me ampare,
solo que sepa que estoy.
Me gustaría sobrevivir entre sus sábanas,
morir y nacer,
y pedirle prestado a la muerte 
cierto instante de lujuria,
y soñar con los que nunca fue,
sin alquimistas mediante,
nada original ni extramundano,
solo abrazarla, contenerla y ceder…

lunes, 21 de marzo de 2016

CUANDO ME EMPIECE A QUEDAR SOLO - Canta mi amiga María Rosa y un texto que intenta acompañarla






Sus calles embarradas, sus ventanas cerradas y sus frentes derruidos eran la triste postal cotidiana que por usanza no inquietaba. Cristo, el perro de la villa, declinaba sus orejas demandando comida; se llevará solamente una caricia que agradecerá bajando la mirada, como entendiendo lo inoportuno del petitorio, acompañando a prudente distancia la soledad del dimitente, siendo capaz de compadecerse por el dolor ajeno a pesar de su peculiar infortunio. Por el momento el hombre decidió no decidir. Prefirió dejar pasar unos días, de forma tal encontrar reposo para su maltratado y deshilachado espíritu. Tapió la puerta de la casa disponiéndose a vivir su luto con el propósito de refundarse y seguir en forma pausada con una vida repleta de recuerdos aparentes e imágenes desordenadas. Arrojó su silenciosa orfandad entre las sábanas deshechas, cerró los ojos tratando de no ser traicionado por su memoria, se durmió fantaseando con la muerte. (Fragmento de la novela El Gallego Ángel... - Gustavo Marcelo Sala)...


viernes, 18 de marzo de 2016

Hart, Bonamassa y algo para leer




-                                                   Picasso soslayó alguna vez que él para dibujar cerraba los ojos y cantaba… No puedo ni debo dudar de su metáfora. Acaso los que escribimos, los que pintamos, los que tallamos, los que esculpimos, los que pretendemos exhibirnos como artistas lo hacemos so pretexto de mantener una privilegiada cercanía con los cantores, instrumentos complejos y sentipensantes, bocetados con inciertas aleaciones espirituales. El pájaro cantor nunca canta en el árbol que no da flor sentenció José Hernández, y vaya que estamos en este momento dando testimonio de tal afirmación; en el más florido de los árboles y como no podía ser de otra manera estamos ante la más bella, armoniosa y libre de las aves…

viernes, 11 de marzo de 2016

El gran bluesman neuquino Nico Smoljan y un breve texto titulado Asimetrías





Asimetrías


Lleva 20 años tratando de encontrarla.
Cuando él cartas manuscritas, ella email,
cuando él email, ella face,
cuando él face, ella twitter,
cuando él twitter, ella WhatsApp.
El tipo se responsabiliza
de llegar siempre tarde,
no piensa que es ella
la que se está escapando,
vía fibra óptica,
acaso por el Wi-Fi del olvido..

domingo, 6 de marzo de 2016

Blues y migración, coherente maridaje... VARGAS Y DE LUCÍA y la Novela EL GALLEGO ÁNGEL de Guisasola






Doce historias encadenadas pueden transformarse imperceptiblemente en una novela con vínculos de integración aparente admitiendo una sensación de continuidad tácita, casi artificial. El Ángel hace referencia a un proceso migratorio en donde cada personaje va construyendo sus propios y exclusivos agobios, mimetizando fantasmales ausencias con ilusorias bienvenidas. Amores truncos y aledaños acompañan una suerte de solidaridad extrema, no siempre bien entendida. Hechos reales recrean mecanismos literarios ficticios y viceversa, los límites quedan difusos y lo relativo juega un papel trascendental. La epopeya de una madre con sus hijos y el fanatismo de un absurdo idealista contraponen de manera indeseable un recorrido plagado de despedidas. El pasado protagoniza, imponiéndose al presente, determinado incertidumbres y culpas compartidas. Víctimas y victimarios coquetean con el destino prometiéndose permanentes soledades, quedando presos de sus errores, aguardando aires favorables que nunca podrán disfrutar por un sapiente determinismo preestablecido. Esa extraña sensación de transcurrir a favor de seguridades inexistentes nacidas bajo el imperio del dolor y la resignación. El Ángel promete un recorrido probable y apacible. Es una historia común y como tal disfruta de egoísmos legítimos e ilegítimos, contraindicaciones y leves desacuerdos...



Primera parte


Segunda Parte