Inundaciones, Factores concurrentes
Por
Antonio Diez, El Mayolero
I
Hace unos 120 años
atrás, Florentino Ameghino, un Sr. que sabía (y sabía mucho) alertaba sobre el
manejo del agua en la Pampa Húmeda. Recién terminada la llamada "Conquista
del Desierto", la economía argentina se reacomodaba a nuevas realidades.
Se diseñaba una producción granaria y ganadera a
medida de los requerimientos de una Inglaterra, que con su vocación Imperial, y
el concurso ideal de una oligarquía naciente, el reparto de las potencialidades
productivas de nuestra Pampa Húmeda, pasaba por la mensura y subdivisión de las
tierras conquistadas, y su consolidación registral, para poblarlas de
inmigrantes que las hicieran "rendir".
Ambas actividades (la agrícola y la ganadera)
son viables mediante la concurrencia de tres factores principales, a saber: la
fertilidad del suelo, la disponibilidad de agua en el momento necesario, y el
esfuerzo humano que coordine los dos primeros factores adecuadamente.
Ameghino (que había nacido en Lujan) había
observado la irregularidad de las lluvias que cíclicamente o bien escaseaban, o
bien excedían las necesidades de la actividad agrícola ganadera. Y muy
criteriosamente aconsejaba retener los excedentes para ser utilizados en épocas
de escasez.
Claro, esto implicaba que necesariamente
deberían ser utilizadas superficies de campos como depósitos de las lluvias
excedentes, cosa que entraba en colisión con el interés de los propietarios de
esos campos, que como además eran los que tenían la manija (o sea el poder),
movieron los sutiles piolines que tenían en sus manos, y las alocadas teorías
de don Florentino pasaron sin mayor trascendencia, aunque como era un tipo muy
reconocido por su trabajo científico, se lo confinó a sus investigaciones y
descubrimientos paleontológicos, borrando cuidadosamente el hilo conductor que
unía esas investigaciones y descubrimientos, con la realidad de los ciclos
climáticos de la Pampa Húmeda.
Quienes ya atesoramos una buena cantidad de
años, y memoria, recordamos a nuestros abuelos chacareros hablar de dos
desastres naturales. "El año de la epidemia" y el "año de la
inundación".
El "año de la epidemia" fue allá por
1912/13 con una sequía, que provocó la muerte por hambre de una considerable
parte de la existencia vacuna de aquel entonces, y el "año de la
inundación" 1914, en que la mayoría de la Provincia de Buenos Aires sufrió
lluvias ininterrumpidas que provocaron el aislamiento de muchos lugares. Líneas
ferroviarias arrasadas como podemos ver en el libro de William Rögind
"Historia del Ferrocarril Sud" o "Mi vida de Ferroviario Ingles
en la Argentina" (1887-1947) de Arturo Coleman, rompieron con el mito de
"que los Ingleses sabían hacer Ferrocarriles, ya que los terraplenes no se
inundaban", algo que merecería integrar el "Manual de Zonceras
Argentinas".
Cuando uno se mete un poco a investigar en las
estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional, en sus registros
pluviométricos, ve claramente como los ciclos se van siguiendo unos a otros,
cosa de la que Ameghino no disponía, pero intuía por sus investigaciones
paleontológicas, aunque nada supiera del fenómeno de "El Niño" o de
"La Niña", de los que recién se empezó a hablar cuando las
inundaciones de 1980 en adelante. Lógico: la ciencia fue avanzando y permitió
acceder a informaciones más completas, que entre otras cosas confirmaron la
sabiduría de Ameghino.
Por eso, nada nuevo está sucediendo, que no haya
sido advertido con la suficiente anticipación para que nos andemos haciendo los
sorprendidos.
Solo que el hombre (y la "ambición" de
la plata como decía un gallego amigo de mi padre) fue interviniendo y en la
mayoría de los casos fue agravando con medidas y obras cortoplacistas, estos
datos de la realidad.
Seguiremos esta relación, tratando de serenar un
poco las pasiones (tarea difícil si las hay en estos tiempos preelectorales) y
ver si podemos razonar un poco, apagando el televisor.
II
Ruinas del Molino Mayoles (Tres Arroyos)
Desde que el hombre
se hizo sedentario, (gracias a la Ruinasagricultura) siempre se afincó en cercanías
de cursos de agua que abastecían sus necesidades. Por agua se hacía el
comercio, por agua llegó Colón, por agua llegaron nuestros abuelos. Los puertos
empezaron a concentrar las mayores acumulaciones de población.
En nuestro caso, los excedentes inmigratorios europeos
se fueron concentrando en los puertos principales, o sea Buenos Aires, Rosario.
Los inmigrantes traían un sueño; el techo propio, y escasos de medios fueron
comprando "el terrensito" donde con esfuerzo iban levantando sus
viviendas. Esto fue hecho sin planificación alguna, ni previsiones de ninguna
especie para beneficio de especuladores y propietarios de extensiones
inundables, que hicieron su negocio a costa de la necesidad.
En muchas partes, la incipiente
industrialización, utilizó la fuerza motriz hidráulica, haciendo tajamares para
aprovechar los cursos de agua. Rebuscando un poco en la historia de nuestros
pueblos encontraremos muchos ejemplos de Molinos Harineros
"motorizados" por fuerza hidráulica. Soy Mayolero, Tresarroyense para
más datos, y el cultivo de trigo en nuestra zona (hoy por sobrada importancia
Sede de la Fiesta Provincial del Trigo) comenzó en la última década del siglo
19, de la mano de Don Felix Mayolas en 1890, que además trajo los primeros
inmigrantes agricultores, y la primera trilladora. Ver acá.
También sobre el ahora meneado Rio Lujan, en
Jáuregui, Flandria montó una industria textil que en un principio funcionó con
fuerza hidráulica, lo que necesariamente implicó la construcción de un tajamar,
que frenaba el escurrimiento natural de las aguas. Y así en Rojas, Salto,
Arrecifes se hicieron obras similares, sin mayor estudio ni planificación. Los
restos de esas obras son fácilmente ubicables, y si bien las industrias que les
dieron origen hace mucho que desaparecieron, restos de los tajamares y otras
obras que alteran el curso normal aún persisten, y complican más la cosa.
Constitucionalmente hablando, los cursos de agua
están sometidos a la jurisdicción provincial, por lo que las Provincias son la
autoridad de regulación de su uso, pero.... Muchas veces se encontraron ante
hechos consumados, que generaban importantes fuentes de trabajo, lo que sumado
a otros intereses económicos complicaba la solución de problemas concretos.
algo extenso, pero
muy ilustrativo de los manejos y vaivenes económicos y políticos del Gobierno
de la Provincia de Buenos Aires desde 1910 a 1930 sobre el manejo de las obras
de saneamiento de cuencas. Vale la pena leerlo, para comprobar que inevitablemente
fracasaron los intentos de soluciones racionales y abarcativas del problema en
su conjunto, y solo se hicieron obras que eran puntuales soluciones a los
amigos del poder de turno. O sea que hay cosas que ya hace muchos años que
están inventadas....
Y como el agua sigue corriendo, seguiremos....
III
De por sí, la
naturaleza tiene sus complicaciones, que ella solita ha ido manejando a través
de las distintas eras, hasta que entre otras cosas, apreció el hombre, que si
bien en un principio convivió con ella, luego, como hemos venido viendo, se
puso a ver como la podía modificar en su provecho. Desarrolló la agricultura,
de a poquito, lo que al relevarlo un poco de la diaria tarea de proveerse el
sustento, y como le quedaba más tiempo libre, se puso a domesticar algunos
animales, y por así decirlo, "inventó" la ganadería, que también le
alivió la dura tarea de la caza.
De ahí a intercambiar sus productos con otros
grupos había solo un pasito, y se sentaron las primeras bases del comercio.
Pero el comercio requería llevar productos de un lado a otro, con lo que
apareció el transporte.
Mientras tanto, a veces llovía, y mucho, y los
ríos y arroyos de nuestra Pampa Húmeda cubrían grandes superficies, sin que a
nadie pareciera resultarle dramático; cuanto más molesto para los pocos
habitantes de las zonas inundables, que como eran originarios del lugar por
milenios, ya lo tenían asimilado, y sabían donde asentarse y donde no.
Cuando por circunstancias que ya apuntamos en el
primer posteo de la serie, las tierras se subdividieron, y se registraron
dominialmente, los beneficiarios de esos hechos lo hicieron con concretos
intereses económicos, que periódicamente entraban en colisión con lluvias y
sequías, que la porfiada naturaleza seguía mandando alternativamente.
Y de yapa, la necesidad del transporte de los
productos de la tierra, trajo el ferrocarril, que por sus características hace
necesario el trazado de sus vías "suavizando" por así decirlo las
irregularidades del terreno. ¿Hay un bajo? Levantamos un terraplén, y por las
dudas en la parte más baja ponemos una alcantarilla. ¿Hay un arroyo?, hacemos
un puente. ¿Hay una loma? Hacemos un corte.
Al poco tiempo resultó que ante la aparición de
lluvias torrenciales, las alcantarillas no daban abasto, al igual que los
puentes, y las aguas se llevaban todo, junto con parte de los terraplenes. Hay
un mito generalizado, que como todos los mitos tiene sus refutaciones.
"Los Ingleses sabían hacer ferrocarriles, ya que sus vías nunca se
inundan". Ese es el mito.
Cuando uno se pone a estudiar un poco el tema
(sin mayores pretensiones, solo para tener una idea un poco menos superficial)
se encuentra con buena bibliografía al respecto. La "Historia del
Ferrocarril Sud" de William Rögind da cuenta de los desastres sufridos por
la Empresa, precisamente por las inundaciones, y uno llega a la conclusión de
que a fuerza de "prueba y error" lograron reacomodar los tantos y
rehacer sus trazados, no sin largos pleitos entre la Empresa y el Estado, ya
que el Estado sostenía que los Ingleses en tren de minimizar costos, habían
hecho alcantarillas y puentes más chicos de lo que era lo convenido, por
ejemplo. Intimación y demanda va, cautelar viene (no hay nada nuevo bajo el sol
de estas Pampas) finalmente fue el Estado el que tuvo que hacerse cargo de
subsidiar a la Empresa, para que cumpliera con el contrato y las obras que ésta
se había comprometido a hacer. Sin mayores inconvenientes ya que la misma
Empresa "gentilmente" (de puro gaucho que era) gestionó un empréstito
en Londres, para financiar las obras.
Y ahí tenemos entonces otro de los factores
concurrentes, la traza ferroviaria, de la que no podemos prescindir....
Seguiremos
IV
En la medida que uno
se va metiendo mas en el tema, va encontrando datos concretos que sustentan la
variabilidad del clima (lluvias-sequias) que periódicamente complican la vida
de los "pampahumedanos". Obviamente, las inundaciones, por los hechos
anteriormente descriptos, al afectar zonas urbanas densamente pobladas,
"pegan" mas periodísticamente hablando. Siempre "garpa" mas
una foto de tapa con chicos en un refugio, y una mujer llorando, y más en
tiempos preelectorales, que una foto de hacienda flaca de hambre buscando una
aguada...
Elementos hay suficientes para formarse un
criterio, por ejemplo aca,
y este solo es uno
de los incontables que podemos encontrar a poco que busquemos en google, y
dejemos las tapas de los diarios, y apaguemos un rato la tele.
Y como hemos dicho, esto viene desde hace 125
años por lo menos, en que Florentino Ameghino comenzó a hacer conocer sus
conclusiones y también sus consejos para paliar los efectos. Muchos
gobiernos nacionales, provinciales y municipales se han sucedido en estos 125
años. TODOS sin excluir ninguno de ellos, han tenido su cuota de
responsabilidad, en cuanto a lo que desde sus potestades correspondió. Y todos
los "pampahumedanos" también, unos mas y otros menos, por acción u
omisión como ciudadanos también. No nos hagamos los impolutos.
Los Gobiernos municipales, habilitando el loteo,
y la construcción en lugares sabidamente inundables, o de complicado drenaje,
para beneficio de amigos propietarios de esas zonas desvalorizadas. Para la
gente más joven mencionar a Luchetti, Kan-Mar, Cacuri, Vinelli, no significan
nada. Sin embargo desde mediados de la década del ´30, los '40 y hasta fines
del los '50, produjeron un boom inmobiliario en el conurbano, loteando y
vendiendo terrenos, que las respectivas Municipalidades sabían inundables. El
desarrollo de una industria sustitutiva de importaciones se dio alrededor de
los grandes centros urbanos, por variadas razones, una de las principales la
disponibilidad de energía eléctrica, ya que las grandes generadoras y distribuidoras
estaban establecidas allí, donde tenían un mercado seguro.
Recién en la década de los 40 con la creación de
Agua y Energía, se comenzó a modificar la matriz energética, tal como los
gobiernos Radicales de Amadeo Sabattini en Córdoba habían hecho con la
construcción de obras de aprovechamiento hidroeléctrico, sobre las cuales se
pudo asentar la Cordoba industrial. Eso sucedió ADLC del Radicalismo
(ADLC=Antes De La Castración).
Los intereses de los terratenientes siempre
tuvieron un peso preponderante en el manejo hídrico de la Pampa Húmeda. Las
disidencias entre el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires José Camilo
Crotto, y el Presidente de la Nación Hipólito Yrigoyen por las canalizaciones
en la Provincia, y su forma de financiación (un incremento en el Impuesto
Inmobiliario para aquellos propietarios que se verían beneficiados por el
avenamiento de sus tierras, y consecuente aumento de la productividad, a lo que
Crotto se negaba ya que el era uno de los beneficiados) redundó en la formación
de la UCR Antipersonalista. Yrigoyen mismo, que pese a las plañideras
manifestaciones de algunos Radicales sobre su pobreza franciscana, también
tenía campos (tres estancias supo tener al mismo tiempo, agreguemos en su
descargo que las fue perdiendo por su actividad política) y sabía bien como era
el asunto.
Y cuando llegaban los períodos de sequía,
"llovían" los pedidos de subsidios de los ganaderos para paliar sus
efectos (nada nuevo bajo los soles Pampeanos).
Hay muchas responsabilidades compartidas como
para que nos andemos mirando de reojo y culpando los unos a los otros. Y de
última, hace 125 años que venimos haciendo lo mismo y no ha solucionado nada.
Mañana veremos si nos metemos en los
acontecimientos más cercanos, a partir de la sequía del ´51/'52 y su correlato
con el período que comienza a partir de 1980, y aún estamos padeciendo.
V
Imagen de la sequía de los años 50 Pampa Húmeda
Las cíclicas sequías
e inundaciones no son patrimonio exclusivo de nuestras Pampas. Aquejan por
igual a las Grandes Planicies estadounidenses que a nuestra Pampa Húmeda. Hoy
día hemos avanzado en descubrir el porqué de tales comportamientos climáticos,
y están precisamente centrados en el comportamiento de las corrientes marinas
en el Océano Pacífico. Aquello que nuestro Ameghino había descubierto
analizando capas geológicas en la barrancas del Rio Luján, fue corroborado y
hoy los conocemos como los fenómenos de "El Niño" y "La
Niña". Bastante revoltosos estos niñitos...
La década de '30 fue caracterizada por un
prolongado período de sequías, que en el caso de los EEUU llegó a la literatura
de la mano de un maestro de la pluma como John Steinbeck en "Viñas de
Ira" posteriormente llevada al cine con la dirección de John Ford, y el
protagonismo de un joven Henry Fonda. Ver acá. y acá.
En la segunda
referencia, encontramos reproducida en los EEUU y en la misma época, el
fenómeno que produjo la despoblación de la Provincia de La Pampa (entonces
Territorio Nacional) La voladura de campos se transformó en un desastre de
proporciones. Recuerdo a mis padres hablar de que días y días, en la zona de
San Mayol (Tres Arroyos)al soplar vientos del oeste "el cielo estaba
marrón" por la tierra que volaba. En la zona del sudeste de la Provincia
de Buenos Aires no fue tan acentuada la sequía pero las voladuras llegaban
hasta allí.
Recomiendo especialmente este documento aca,
que ilustra muy bien
lo sucedido en aquellos tiempos. A falta de un John Ford auténtico, tenemos
este pequeño documental sobre la sequía en La Pampa, donde a una manera muy
"nâif" se pintan escenas de aquellos tiempos y se pueden ver los
médanos que se formaron. Ver acá el documental.
Los médanos
avanzaron hasta 9 de julio, bien adentro de la Provincia de Buenos Aires, se
secaron las lagunas conocidas por "Las Encadenadas" (Guaminí) origen
de la cuenca del Aº Vallimanca, tributario del Rio Salado, y hasta el curso de
este Río se interrumpió en algunos tramos.
Esta sequía tuvo un efecto colateral; muchos de
los arrendatarios de La Pampa emprendieron un viaje comparable al descripto por
Steinbeck, que los llevó a poblar colonias en el Chaco. Otros fueron a integrar
los crecientes pobladores del conurbano.
Ese ciclo de sequías se fue atenuando sobre el
fin de la década de los '30, para retornar algo mas atenuado a principios de
los años '50, siendo recordada la sequía de 1951/1952 que redujo drásticamente
la producción triguera, haciendo necesaria la adición de un porcentaje de harina
de mijo para dar suficiente volumen de harina para el consumo. Como ya existía
el peronismo, había a quien culpar del desastre natural, y entonces aquella
sequia fue "culpa de Perón".... Una de las consecuencias de ese
período fue la tremenda baja del nivel del Lago Epecuén ((Carhue) que arrastro
a una desafortunada modificación de la naturaleza por mano del hombre, con
resultados desastrosos.
Una clara
explicación de que no es cuestión de ponerse a hacer canales, drenajes, y
desvíos de aguas por requerimientos económicos muy puntuales sin atender a los
que saben del tema. Hacemos un canal acá, llevamos el agua para allá, entonces
yo me salvo y los que están recibiendo el agua, ya verán. Total siempre queda
el recurso imaginativo de echarle la culpa a "los políticos que se roban
todo" (Este es un argumento nada original; que ya se usaba el la década
del '20 contra los Radicales, y después contra todos los que se fueron
sucediendo, menos por supuesto contra los gobiernos militares, que igual se
robaron todo, pero como los diarios tenían prohibido decirlo, nadie se
enteraba)
De allí en adelante se normalizó el régimen de
lluvias, sin mayores sobresaltos, hasta que llegamos al período actual, que
comienza con las inundaciones de 1980, en que descubrimos que había un fenómeno
climático que se llamaba "El Niño" que como buen niñito, nos dejó los
pañales bastante sucios.
VI
Puerto de Quequén destruido por la inundación de 1980
Aquel período de
sequía que caracterizó a los años de la década del '50 y principios de los '60
comenzó a revertirse en la década del '70. Como veníamos de años de escasez de
lluvias, la capacidad de absorción era mucha, y al irse incrementando las
precipitaciones, la natural infiltración fue absorbiendo el agua caída, las
napas freáticas recuperaron sus niveles, y las lagunas existentes volvieron a
sus antiguos niveles naturales.
Hay un informe
interesante acá,
sobre las llamadas
"Encadenadas del Oeste" donde se hace un muy buen análisis sobre
aquellas dunas producidas por la sequia de los años '30 en La Pampa, que
fijadas y consolidadas taponaron drenajes naturales impidiendo la conexión
entre los excedentes del Rio Quinto y la Cuenca del Salado.
Caminos inundados de Azul 1980
De por sí, la Cuenca
del Salado, es de lento drenaje. Desde sus nacientes dentro de la Provincia de
Santa Fe (Laguna de Totoras cerca de Teodelina) hasta su salida al mar
recorre unos 650 Km. con un desnivel desde los 80 Msnm (metros sobre el nivel
del mar) hasta su desembocadura en la Bahía de Samborombón. Solo 80 metros de
desnivel en 650 Km nos da la pauta de su lento escurrimiento. Afluyen al Salado
otras cuencas, como por ejemplo la del Aº Vallimanca que trae los excedentes de
las lagunas de la zona de Guaminí.
Hasta entonces las inundaciones más notorias
tenían origen en lluvias producidas en la misma Provincia de Buenos Aires, pero
en 1980 la cuestión se hizo más "Federal". La Provincia de Córdoba
había venido haciendo obras de canalización del Rio Quinto, recuperando los
bajos de "La Amarga" lo que solo hizo pasar el agua de superficie más
pronto hacia el norte de la Provincia de La Pampa. Obviamente los propietarios
de los campos que "ligaron" esas aguas excedentes pusieron el grito
en el cielo, por lo que los Pampeanos emprendieron obras tendientes a paliar la
situación, y, como el agua tiende a correr hacia el bajo, el NO y el O de la
Provincia desde General Pinto y General Villegas, Carlos Tejedor y Trenque
Lauquen ligaron todos los sobrantes, que al encontrarse con el cordón de
aquellos viejos médanos ya consolidados, no pudieron fluir hacia lo que había
sido su salida natural, o sea el Salado.
Esto llevó a la construcción de un canal
(Jauretche, Mercante, Republica de Italia) que lleve los excedentes de las
lagunas del Oeste hacia la cuenca del Salado. Este canal es paralelo a la Ruta
Nac. 5 ver acá.
y protege (o intenta
proteger) a centros poblacionales importantes como Trenque Lauquen, Pehuajó, 9
de Julio, Bragado, que a su vez han tenido que levantar costosas obras de
contención para evitar el anegamiento de sus poblaciones.
También en 1980, se
produjeron lluvias extraordinarias (más de 400 mm) en la zona de las
nacientes de los Arroyos Azul y Tapalqué, una zona al sud este del Partido de
Olavarría, Noroeste de Benito Juárez, Laprida, una zona deprimida donde se
ubican las nacientes de estos arroyos citados que corren a la cuenca del Salado,
y otros tributarios del Quequén Grande, Tres Arroyos, y Quequén Salado. Las
ciudades de Olavarría y Azul se vieron casi totalmente anegadas. La creciente
del Quequén Grande produjo también la caída de puentes inclusive dentro del
Puerto de Quequén. Puentes ferroviarios y carreteros derrumbados, campos
totalmente anegados. Aparecieron lagunas donde nadie recordaba que hubieran
existido, lagunas que al día de hoy permanecen, al igual que cursos de agua
ahora permanentes en los llamados "cañadones" donde solo
ocasionalmente corría agua.
Fue la exteriorización de que una nueva era de
lluvias, de aquellas que Ameghino había advertido, y que muy pocos recordaban,
y que es otro de los "Factores Concurrentes" a la situación que hemos
visualizado en estos últimos tiempos.
VII
Puente sobre canal 9 Dolores construido en 1912
Hasta ahora hemos
venido reseñando hechos geográficos y climáticos y muy poco hemos hablado de
algo fundamental. La geografía, y el clima son acumulación de datos visibles,
tangibles y mensurables, que solo cobran sentido cuando le ponemos al hombre en
escena, que es el que le da sentido a todo eso.
las extensiones
"conquistadas" fueron vendidas. Sus compradores no eran en su inmensa
mayoría gente con vocación agraria, sino amigos del poder de turno,
comerciantes, especuladores y otras actividades para nada relacionadas con la
producción y el trabajo. Tenían otra mentalidad y otras dedicaciones. Por lo
tanto promovieron una inmigración, que tergiversando y traicionando el
pensamiento de Alberdi y Sarmiento, que soñaron una inmigración calificada e
industriosa, fuera lo más bruta e inculta posible (y que nadie se sienta
ofendido; que no estoy calificando a nuestros abuelos inmigrantes, solo estoy
describiendo hechos). Su modelo de país no era industrial, era
simplemente exportador de materias primas agropecuarias, y para eso no se
necesitaban técnicos si no labriegos, que huyendo del hambre y la miseria de la
vieja Europa (y de sus periódicas guerras, porqué no) que recién salía del
Medioevo en aquellas remotas aldeas del sur de Italia o de España, no
anduvieran alterando la paz social...
Así entonces se fue avanzando en la frontera
agropecuaria. Y si bien, en la pampa húmeda no había bosques nativos, o sea que
ni deforestar hacía falta, si los había más al oeste, y así el bosque de La
Pampa fue talado, los caldenes y algarrobos a alimentar las calderas de las
locomotoras y el monte bajo eliminado por la vieja técnica de la "roza".
Como allí la capa fértil era muy somera, donde vino una época de sequia, se
voló toda, como vimos en un artículo anterior.
Mas al centro de la Provincia de Buenos Aires,
la agricultura y la ganadería prosperaban, y se cobraban los arrendamientos,
generalmente en especie ("aparcería). La pampa deprimida, con poca aptitud
agrícola, pero si ganadera, proveía los terneros necesarios, pero sus pastos
naturales no eran aptos para la terminación de los novillos, por lo que los
campos del Noroeste de la Provincia (Villegas, Gral Pinto, y demás, de suelos
profundos y arenosos) aptos para las pasturas, servían como campos de
invernada, alternando con agricultura y resiembra de alfalfa. Hasta que de
pronto, se venía el período lluvioso y la inundación descompaginaba el esquema.
Los propietarios de la tierra (recordemos que de
"amigos del poder", habían trocado en "el poder") exigieron
que se les sacara el agua de encima y así se empezaron a hacerse canales
derivando las aguas pendiente (escasa) abajo y hacia el mar. No fue hecho con
demasiada planificación (si alguna); el asunto era "sáquenme el agua de MI
campo ya, no importa cómo ni adonde". Como el agua no entiende de estas
cuestiones comerciales, iba para otra parte, donde había otro propietario, que también
tenía sus amigos, por lo que incontables demandas, recursos de amparo, órdenes
de no innovar paralizaban por años obras que costaron muchísimo dinero. Y
mientras tanto los antiguos centros poblados, levantados a la vera de los
arroyos, seguían creciendo. La gente de mayores recursos levantaba sus
viviendas en los terrenos más altos, y los mas pobretones donde podían
encontrar un terreno barato, que por lo general era en las zonas más bajas.
Aquella generación dirigente y su capitalismo de
amigos no tenían una visión de país a largo plazo, que es lo menos que podemos
exigirle a una clase dirigente. Con su visión cortoplacista inherente a sus
raíces de comerciantes del puerto no veían más que el beneficio económico
inmediato. Ameghino, confinado a su rol de arqueólogo, Sarmiento y Alberdi
morían en el exilio amargados por la traición a sus principios. Porque por más
que tanto uno como el otro tengan sus aristas discutibles, tenían un concepto
de país bastante más abarcativo que el de la "generación del
'80" (de 1880).
Veremos de irnos introduciendo en las prácticas
agrícolas, así nos vamos acercando a la ahora tan meneada siembra directa.
VIII
Arado de Asiento
Antes que la Pampa
Húmeda fuera lo que vemos ahora, su aspecto era totalmente diferente. Una
interminable llanura, casi desprovista de árboles, cubierta por una vegetación
naturalmente adaptada al suelo que la sustentaba. Es muy difícil hoy día
encontrar algún lugar que nos de una idea de cómo era aquello. Los que tenemos
el ojo entrenado para mirar y además tratar de ver (mirar y ver a veces no son
sinónimos), por ahí encontramos en tramos de vías desactivadas hace muchos
años, (tramos de vías a nivel, sin terraplenes ni cortes que han modificado el
suelo) lugares que han recuperado su aspecto originario.
La vegetación natural indicaba cuales suelos
eran aptos para que cosa. Especies que toleraban los bajos salinos (pasto puna,
pelo de chancho), especies que prosperaban en los "bajos dulces",
especies de suelos arenosos, en fin todo un catálogo de especies que observadas
con atención indican, aptitudes de esos suelos para los distintos usos
agrícolas, ganaderos o mixtos.
No eran pastos aptos para alimentar las razas
vacunas europeas que se querían introducir en reemplazo de las que descendían
directamente de aquellas que trajeran los conquistadores. Ver acá:
Para ello era
necesario romper esa vegetación natural, "amansar" la tierra con dos
o tres años de agricultura, para recién entonces implantar pasturas más aptas.
Entonces, llegaron nuestros abuelos o bisabuelos, que a fuerza de arado
mancera, y luego arados de asiento, tracción a sangre Acá
..fueron eliminando
los pajonales, cardales y modelando por asi decirlo el paisaje actual.
Nuestros inmigrantes (o muchos de ellos)
desconocían el trabajo de la tierra, o al menos en la medida y dimensión de
estos lugares, y tampoco tenían muchos puntos de referencia en los que basarse.
El sistema de explotación de la tierra, como arrendatarios "móviles"
que trabajaban dos o tres años en un lugar y luego se mudaban a otro tampoco
ayudaba a que "conocieran" su tierra. En la mayor parte de los casos
los propietarios de la tierra tampoco tenían mucho conocimiento técnico sobre
el tema. En ese entonces solo eran comerciantes, en su mayoría amigos del poder
de turno, que solo tenían el ojo puesto en el beneficio económico a corto
plazo. Años después, sus descendientes trocarían en estancieros, sin perder su
estirpe de comerciantes.
Por lo tanto, se cometieron errores garrafales,
como por ejemplo la desatinada deforestación de la actual provincia de La
Pampa, con los efectos que ya vimos anteriormente. Se hizo agricultura en
campos bajos que luego al sobrevenir períodos lluviosos se inundaban
produciendo pérdidas y las consecuentes protestas de los perjudicados.
Aún así, fuimos progresando, a veces a pesar de
nuestros propios errores, aprendiendo por el camino, hasta formar una cultura
de conocimientos agrícola-ganaderos que es patrimonio de los que practican ese
arte que significa el trabajo de la tierra.
En la próxima entraremos en las técnicas de
laboreo, para ir llegando finalmente a la hoy tan menada "siembra
directa", que como toda técnica, no es ni buena ni mala por sí misma, sino
por el uso que hagamos de ella.
IX
La introducción de
especies exóticas en un ecosistema es una cuestión que en el largo plazo
acarrea inconvenientes. Máxime cuando alguna de esas especies por cuestiones
estrictamente comerciales o de mercado toma valores que al producir ganancias
extraordinarias, tienta a los explotadores de ese ecosistema al monocultivo.
No debemos dejar de considerar que vacas,
caballos ovejas y cabras y cerdos son especies exóticas introducidas por el
hombre. La soja, el trigo, la cebada, el sorgo, el lino son también introducidas
por el conquistador europeo. Y casi le diría que el maíz, y el girasol si bien
son originarios de nuestro continente, no son propios de la Pampa Húmeda. Una
introducción más cercana pero al ecosistema al que nos estamos refiriendo, es
cuasi exótico.
Por lo tanto, para hacer funcionar
comercialmente esas producciones en gran escala, fue necesario modificar los
suelos por medio de la labranza. Su primer objetivo, ir eliminando las especies
vegetales naturales, no aptas para su explotación comercial, ya fueran como
forraje o grano. Segundo objetivo, "ablandar" por así decirlo
el suelo para permitir la mayor absorción de las lluvias, que acumuladas en el
segundo perfil del suelo, por capilaridad alimentará los sembrados con la
humedad necesaria.
Primero mediante la labranza convencional
(arado, rastras para refinar el suelo, siembra, y otras labores culturales como
escardilladas y aporques). En la inmediata posguerra (fin de de los '40,
principios de los '50) aparecieron los primeros agroquímicos (herbicidas) que
sirvieron para ir eliminando malezas (llamamos malezas a especies vegetales sin
valor comercial para el cultivo específico que estamos haciendo, aunque esas
especies sean valiosas desde otro punto de vista).
Paralelamente, se produjo la mecanización de las
labores agrícolas (mecanización que no es tecnificación, ya que solo reemplazó
la tracción a sangre por el tractor).
Comenzaron con el tiempo a notarse los
"efectos colaterales" de este sistema convencional de labranza,
especialmente en los bordes de la pampa húmeda, y transición a la semi-árida,
principalmente la erosión eólica a la que ya nos referimos con respecto a lo
sucedido en la Provincia de La Pampa.
También comenzaron a
manifestarse fenómenos de erosión hídrica en los períodos en que las lluvias
abundaban y superaban por su frecuencia y volumen a las marcas normales,
arrastrando esa delgada capa de humus sobre la cual se sustenta la agricultura
y la ganadería.
La creación del INTA en 1958, dio comienzo a una
etapa de investigación científica coordinada en todos los campos de la
producción agropecuaria, y entre ellos la conservación del suelo, fue
fundamental. Los investigadores con residencia en las zonas más comprometidas
comenzaron a trabajar sobre el tema, y para la década de los '70 desarrollaron
nuevas técnicas de labranza llamadas de "mínima labranza" o
"labranza vertical" en que ya no se invertía el pan de tierra como se
había venido haciendo durante casi cien años. La incorporación de los residuos
de las cosechas (rastrojos) manteniendo la permeabilidad del suelo, y la
implantación de cultivos "bajo cubierta" de esos residuos, tuvieron
como resultado la recuperación paulatina de predios que habían quedado muy
reducidos en sus posibilidades productivas.
desde mi propia
experiencia personal como agrónomo y chacarero.
Y así llegamos a dar un nuevo paso que es
la introducción de la siembra directa, de la que hablaremos mañana para tratar
de cerrar la serie.
X
Soja sobre soja en suelo desnudo en siembra directa
Maiz en siembra directa sobre trigo
Observese la cobertura del suelo
La agricultura,
tanto como la ganadería, son actividades de mediano y largo plazo. Están
regidas por reglas biológicas propias de cada una de las especies que de
cultivan o crían. Los tiempos comerciales o financieros se rigen por otros
tiempos. Generalmente, "la mayor ganancia en el menor tiempo" es su
regla de oro, y armonizar esos criterios tan disímiles es toda una fuente de
conflictos interminable.
Los regímenes de tenencia de la tierra, cuando
son librados al "mercado" tienden a cumplir con esa regla "de la
mayor ganancia...." En la explotación agropecuaria hay dos posibilidades
en materia de tenencia, ser propietario, o ser arrendatario. Tuvimos una ley de
arrendamientos (13246/48) que estipulaba una duración mínima de cinco años para
los contratos, lo que permitía una planificación a mediano plazo en el que el
arrendatario tenía plazo para amortizar laboreos y rotaciones, que permitían
una mejor conservación del recurso suelo, el único factor no renovable de la
actividad.
Esta ley fue derogada en 1967, pero quedaron
vigentes algunas salvaguardas que finalmente fueron dejadas de lado en 1976/77
legalizándose así los "arrendamientos por ciclo", en que el
arrendatario no tiene seguridad que al término del ciclo, pueda seguir
trabajando el mismo predio, obligándolo a ajustarse a la regla de "la
mayor ganancia en el menor tiempo".
Al mismo tiempo, se vino desarrollando la
técnica de la siembra directa, que en si y por si, como toda técnica
desarrollada por el hombre, no es ni buena ni mala. Todo depende del uso que el
hombre haga de ella. El desarrollo de nuevos herbicidas permitió la instalación
de la técnica del "barbecho químico" reduciendo considerablemente las
labores agrícolas, y el parque de maquinaria necesario, y por lo tanto
abaratando costos en la agricultura. Junto a esto, la aparición de especies
genéticamente modificadas incrementó considerablemente los rendimientos por
hectárea.
La siembra directa fue concebida para su uso
dentro de un sistema de rotaciones, donde distintos cultivos se van alternando,
y sus residuos (rastrojos) se van incorporando. De todos los cultivos en
vigencia, justamente el mas difundido en extensión, la soja, es el que menos
rastrojo deja. En un par de meses el suelo queda prácticamente desnudo. Si hay
sequia, se vuela, y si hay lluvias el impacto de las gotas crea una especie de
"cascara" que hace que el agua en lugar de permear, corre.
Por otra parte el uso continuo de la siembra
directa ha creado una compactación superficial del primer horizonte, que
(sospechamos algunos) dificulta la capilaridad natural.
Estos son los desafíos de la práctica agrícola
actual y futura, y sus consecuencias sobre el medio ambiente rural y urbano. Sé
que está empezando a preocupar a los actores principales y que se están
empezando a realizar descompactaciones utilizando cinceles (o paratil, otro
implemento de efectos similares), pero éstas prácticas no son posibles en
campos alquilados, donde el arrendatario no tiene seguridad sobre su
continuidad, que le permita amortizar un laboreo costoso.
Los fundamentalismos a nada conducen, salvo a
perder el tiempo para pensar soluciones de fondo. No se trata de optar entre la
antigua labranza convencional, y la siembra directa, sino de sentarse
tranquilamente a pensar todos en algo que nos permita una explotación racional,
sobre todo, pensando en todos, no en la solución individual de los problemas propios
o los del sector al que pertenezcamos.
El "Cambio Climático": antes que
existiera el hombre, ya se registraban estos cambios, y después de la aparición
del hombre también los hubo, Florentino Ameghino no los predijo, solo los
registró y nos advirtió "Ojo muchachos, que esto ya pasó"; hubo
sequias e inundaciones. Y también debemos observar que este período de lluvias
que comenzó en 1980, ha permitido el desplazamiento de la ganadería a lugares
como el sur de la Provincia de San Luis, y otras zonas marginales donde podemos
ver novillos lustrosos, pasturas relucientes y lagunas naturales, cuando antes
eran tierras prácticamente baldías con una mínima carga animal.
Todos estos (y otros tantos que no figuran en
esta reseña) son los "Factores Concurrentes" a estos desastres
naturales, que no se solucionan con recetas facilistas de sacar el agua de un
lado para mandarla a otro lado.
Fin de la serie.