El escritor y su gato compartiendo soledades

El escritor y su gato compartiendo soledades
Los infiernos del escritor

viernes, 26 de febrero de 2016

30´ del mejor blues... y un fragmento del cuento Breve Reinado






El pueblo estaba históricamente fragmentado según marcaban las normas de rural urbanidad por una vía divisoria de clases, grados y voluntades. Lo que antiguamente fuera el centro y apogeo de vecinos ilustres se hallaba por entonces sumido en la más cruel desolación. La estación del ferrocarril abandonada y decenas de terrenos a disposición del intruso describían a un Norte devaluado, a la espera de lo que nunca será. El suburbio sureño, “el otro lado” había recibido los beneficios de la modernidad a fuerza de la esmerada construcción de barrios políticamente correctos, cuyas casas, nunca escrituradas, eran adjudicadas según el sustento ocasional que podía llegar a promover algún funcionario de abolengo jerarquizado. El alumbrado público, el agua corriente, el ornamento botánico y un entoscado cuidadoso elegían al Sur para detentar su patrocinio. El Norte se reservaba con exclusividad el derecho a la destrucción y a la ruina, al olvido y a la nostalgia. Todavía conservaba los esqueletos oxidados del viejo Almacén de ramos generales Litman y los de las tiendas La Noria y Aguero, en donde los pudientes de antaño renovaban sus vestuarios ante cada cambio de temporada. Por entonces los tiempos cotidianos del pueblo los timbraba la llegada del tren. Norte y Sur se pasaban constantes y legendarias facturas por omisiones y desprecios ancestrales. Cada lado esgrimía como antagonista a su otro lado a despecho de una realidad que los unía, una verdad no siempre percibida.

Cuento completo....



http://lasbalasdelcampanario.blogspot.com.ar/search?q=Breve+Reinado


miércoles, 24 de febrero de 2016

Bridget Kelly Band ~ Forever In Blues y un fragmento del cuento Tras la Huella




… fragmento del cuento Tras la Huella

Un beso en la frente por parte de Diana, la enfermera, segundos antes de retirase del salón, le permitió examinar el descollante surco que proponían los senos de la dama; el corpiño apenas si sostenía tamaña nobleza recordando en ese instante que debía esforzarse para rememorar otros pechos y otros besos y otros deseos. Hacia el final del domingo logró distinguirse trabajando en la Central Atómica en soledad, completaba la geografía una consola manual, un ordenador personal, dos teléfonos y un circuito cerrado de televisión. La estría en el muslo había desaparecido y el supuesto accidente automovilístico de mediados de los noventa carecía de presencia. Sus años universitarios recorrían los pasillos de la Facultad de Ingeniería y no de Medicina como su evocación anterior lo indicaba. Se percibía sometido a un pendular juego mnemónico con reglas propias y huellas aleatorias. Sospechó que la sutil disminución en las dosis de los narcóticos provocaba cierta confusión, imprecisiones varias y algún que otro desvarío. Prefirió entonces no herirse y descansar; la sazón que dejó la reciente charla con Diana intervenía como eficiente analgésico.





lunes, 22 de febrero de 2016

Black Amaya Quinteto - Blues de Otoño y un sentimiento




Dejó que el teléfono sonara intentado que cesara en su capricho. Era otoño, cerca de las ocho de la noche, hacía frío. El aparato insistía dando a entender que del otro lado de la línea alguien estaba dispuesto a sostener la pulseada de manera inexorable. Patricio comenzó a comprender que la urgencia lo demandaba. Hastiado, abandonó sobre la mesa de luz su copa de escocés, bajó el volumen del equipo musical – el violín de Paganini podía esperar -, depositó en el cenicero de bronce - regalo de su padre - el Montecristo número tres, y marcó con su histórico señalador de cuero la página que proponía la continuidad de El Sentimiento Trágico de la Vida de Miguel de Unamuno. 

(….del cuento El sentimiento trágico de Patricio López)



martes, 16 de febrero de 2016

Azul melancolía..









La breve nota decía
                                   Mi querido y venerado poeta, con angustiante dolor le debo informar que no me es dable corresponder a sus innumerables señales de amor. Si bien usted me dio todo aquello que precisaba y me regaló los momentos más hermosos a los cuales una mujer puede aspirar sin tener la necesidad de pedírselo le debo confesar que he encontrado la pasión en latitudes lejanas a sus rumbos. Acaso usted haya tenido siempre la razón y sencillamente las personas nos enamoramos de una síntesis inmediata, de un momento fundacional y no de un alegato temporal. No me atrevo a enfrentarlo, odiaría dar testimonio del daño que le causo, aún así mis lágrimas no cesan cuando la pluma boceta tan triste despedida…

                                   El poeta, una vez leída la breve misiva, de cara al espejo y a medio afeitar sonrió con nostalgia, alguna nube molestó la visión que de él tenía, luego de finalizado el acto fue hasta su viejo combinado y colocó bajo la púa uno de los tantos vinilos de Blues que tenía en su colección, de hecho no se esmeró por buscar un músico de preferencia, cualquiera de ellos estaba a la altura de sus circunstancias. Lo dicho pensó, el amor a primera rima no existe, ni a segunda ni a tercera insistió en voz alta, solo existe el instante, y se arrojó en el sillón en donde descansaba tranquilamente en uno de los apoyabrazos su gato Bartolo, y lo hizo como quien lanza un desperdicio, en este caso un desecho de sí mismo. El gato lo miró, y lo hizo entre paréntesis de desconfianza y corchetes de piedad, reparó con atención en su tristeza, segundos después se apoltronó en su falda disponiéndose a compartir un rato de su azul melancolía…
                                         


sábado, 13 de febrero de 2016

Guitar Pete y el formidable blues Shattered Paradise, de paso se cuelan algunas reflexiones banales





La cultura del descarte de nuestra segunda década infame, a favor de sospechar el final de los finales existenciales, instaló en la sociedad el cruel sofisma que el romanticismo es cursi en tanto y en cuanto no vaya acompañado de un fin de soluciones a las desventuras cotidianas. Un poeta resulta un ente quimérico, de consulta esporádica, amén que nos dedique, expresamente, versos para nuestras puntuales y coyunturales melancolías. El “salir a algún sitio determinado” es sobradamente más valioso que estar con alguien en ese sitio determinado. La idea de compañía, de compartirse, está subvaluada hacia una suerte de complemento tolerante más que apreciable.
Las relaciones entre las personas están profundamente determinadas por las excusas que las puedan entretener y no por el placer de compartir momentos. Lo que se pone en riesgo es cada vez menos valioso, menos estimado, pretendiendo de ese modo economizar supuestos sufrimientos. A partir de esta serie de inescrutables paradigmas se establece un protocolo, aprobado masivamente, con las exigencias antes mencionada.
Pocos son los que abren su corazón. La mezquindad hace gala de fastuosas galanuras y Puerto Madero pasa a ser el único recuerdo autorizado.
En lo personal continúo anteponiendo la cursilería de una flor barata, la procacidad de una estrofa borroneada o la incómoda caminata bajo una tenue garúa. Escenarios olvidables por cierto, solamente relevantes gracias a lo que nosotros supimos construir con y a partir del otro. Es éste quién le dará al continente valor de contenido, dimensionando, de ese modo, lo importante por sobre lo transitorio. El mercado se instaló entre nosotros hace muchos años y nos hemos acostumbrado. No tener cotización definida y sobre todo palmaria aumenta el valor de las acciones del olvido, y por más cualidades que uno tenga, no entrará jamás como favorito para ninguna elección en la que pretenda tener alguna posibilidad de visibilización.

miércoles, 10 de febrero de 2016

La desilusión.. en todos los incisos... en la política, en el mundo de los afectos y hasta con uno mismo




En cierta mañana de 192., casi al mediodía seis hombres nos internábamos en el Cementerio del Oeste, llevando a pulso un ataúd de modesta factura (cuatro tablitas frágiles) cuya levedad era tanta que nos parecía llevar en su interior, no la vencida carne de un hombre muerto, sino la materia sutil de un poema concluido. (Adán Buenosayres - Leopoldo Marechal) 




viernes, 5 de febrero de 2016

Astor Piazzolla - Soledad... y Sentidos, soledad







Sentidos, soledad

En ocasiones suelo implorar por lunas candiles eruditas en halos de claridad. No siento maltrato por el supuesto vacío que proponen las alucinaciones, percibo y sospecho que a la larga el cinismo paciente y expectante, vence. Ante la nada todo es posible, mí voluntad reniega, conspira, conserva algo de orgullo, apuesta por su pericia. Por las mañanas me invaden ayudas extrañas, esas que uno no solicita, auxilios que exhortan con vencimiento mediante, ayuno necesario por exceso de cena y descanso: fusión improcedente.
El bandoneón de Astor preserva todo en su lugar haciendo promedio entre placeres y malestares. Es un amanecer singular, tan especial como otros, completo de abismos, ausente de besos y caricias.
No la llevo tan mal con mis espejos, si bien delatan simétricos quebrantos conservo de ellos laberintos cómplices que sin mí se rasgarían.
Es vago y cruel considerarlos aliados, son simples acrílicos,   amarillas agendas, archivos mortales.
Debo admitir que aún conservo algunos de mis sentidos conforme a requerimiento. Suelo abusar del paladar para amansar en él y con él cepajes solidarios, acaso densos, acaso tortuosos. La ojera marcada por el tiempo sigue prestando atención sobre aquello que vale la pena leer y el oído continúa su labor aún con limitaciones desandando los magros solos de penumbra, acordes que me indican que la música no es lo mío.
Sigo madurando, si se quiere de manera taxativa, la nada sigue siendo lo posible,  y más ilusorio es intentar huir de mí vasallo interno. Al final del reto resulta imposible conservar algo por lo cual pueda sentir cierta migaja de orgullo, más allá de las soledades que diariamente me obsequian mis sentidos..
                                                           
             



jueves, 4 de febrero de 2016

"Mi actitud es una protesta contra el destino"






El poeta y su tiempo político – texto de Herbert Read actualizado bajo el prisma de la contemporaneidad.


Yo sé quién soy, mis ideas se refieren a mí mismo. Están condicionadas por mi origen, el ambiente que me rodea y mi condición económica. Mi felicidad consiste en el hecho de que encontré la ecuación entre la realidad de mi ser y la dirección de mis pensamientos. Como, poeta, sólo me importan los hechos elementales. En un sentido más profundo mi actitud es una protesta contra el destino que hizo de mí un poeta en la era de la globalización y el neoliberalismo. Pues es casi imposible ser un poeta en una era semejante. Comprendo, sin embargo, este tiempo debe ser soportado y que el poeta debe tener intestinos que le permitan digerir los alimentos férreos. El éter nos dará la energía que los antiguos señores extraían de sus siervos: no habrá necesidad de esclavizar a ningún ser humano.


martes, 2 de febrero de 2016

LA ESCUELA DEL HAMBRE, cuento anónimo japonés. CUANDO EL ARTE EXPLICA


Un campesino que no tenía con qué alimentar a su familia se acuerda de la costumbre que promete una fuerte recompensa al que sea capaz de desafiar y vencer al maestro de una escuela de sable. 

Aunque no había tocado un arma en su vida, el campesino desafía al maestro más famoso de la región. El día fijado, delante de un público numeroso, los dos hombres se enfrentan. El campesino, sin mostrarse nada impresionado por la reputación de su adversario, lo espera a pie firme, mientras que el maestro de sable estaba un poco turbado por tal determinación.
“¿Quién será este hombre?”, piensa. “Jamás ningún villano hubiera tenido el valor de desafiarme. ¿No será una trampa de mis enemigos?”
El campesino, acuciado por el hambre, se adelanta resueltamente hacia su rival. El Maestro duda, desconcertado por la total ausencia de técnica de su adversario. Finalmente, retrocede movido por el miedo. Antes incluso del primer asalto, el maestro siente que será vencido. Baja su sable y dice:
-Usted es el vencedor. Por primera vez en mi vida he sido abatido. Entre todas las escuelas de sable, la mía es la más renombrada. Es conocida con el nombre de “La que en un solo gesto lleva diez mil golpes”. ¿Puedo preguntarle, respetuosamente, el nombre de su escuela?
-La escuela del hambre -responde el campesino.













lunes, 1 de febrero de 2016

Bonamassa y un texto disparado desde algún lugar inexistente...







Es tan legítimo que un hombre edifique su felicidad como su abandono siempre y cuando no perturbe la felicidad y el abandono de sus semejantes, queridos y no queridos. Ambos estados son respetables y de ellos han partido los más bellos poemas de los que dispone y disfruta la humanidad. Ni uno ni otro pueden enrostrarse sus fidelidades y asertos, menos intentar transferir sus recetas. La vida no es otra cosa que muerte que viene afirmó Borges, enigma atemporal e indeterminado que está más allá de nosotros y de cualquier tipo de racionalidad. Aunque cabe darse la satisfacción y embaucarse, pero convengamos que la trama dura apenas hasta el arribo de la primera señal que nos ponga en el horizonte las sombras de la finitud. Se me dirá, Borges también afirmó que muerte es vida vivida, pues peor aún digo, ya que en ésta definición se nos presenta más crudamente nuestra terminalidad. No me atrevo a discernir cual de las dos definiciones encierra pesimismo u optimismo, sospecho que conociendo al autor, ninguna. Lo cierto es que tanto la felicidad como el abandono se hacen tantas y marcadas concesiones durante la vida que logran mimetizarse y confundirnos para el bien de nuestras esqueléticas conciencias…