El escritor y su gato compartiendo soledades

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Los infiernos del escritor

miércoles, 12 de febrero de 2020

Maestros del Blues.. Hubert Sumlin





Es posible que muchos no reconozcan el nombre de Hubert Sumlin, pero seguramente sí han sido tocados por su espíritu. Si han paladeado la obra de Tom Waits, saben que le gusta evocar la voz de licántropo de Howlin' Wolf; detrás suele haber algún moderno imitando también el sonido abrupto de su guitarrista, Hubert Sumlin. Su biografía parece la del blues de Chicago. Nacido el 16 de noviembre de 1931 junto al Misisipi, electrificado en el Norte, desechado por su público natural, reverenciado por las estrellas del rock. Hubert Sumlin murió el domingo 4 de diciembre de 2011 en Wayne (Nueva Jersey), a los 80 años. 





Había dado en Arkansas sus primeros pasos profesionales, junto a James Cotton. Pero sería otro cantante-armonicista quien facilitaría su entrada en la inmortalidad: en 1954, Howlin' Wolf le ordenó que viajara hasta Chicago, para integrarse en su banda. Lo de ordenar no es una forma de hablar: Howlin' Wolf exigía una lealtad total a sus músicos: en los clubes del South Side, ellos debían vestir de etiqueta mientras el líder prefería llevar ropa cómoda. Hay testimonios que sugieren que el Lobo Aullador nunca le perdonó la temporada que le abandonó, para tocar con su máximo competidor, Muddy Waters, que a su modo dirigía una extraoficial Academia del Blues de Chicago. Pero lo cierto es que le acogió de vuelta y le mantuvo en su grupo hasta su fallecimiento, en 1976. 






Intimidante por su envergadura y temible por su furia, Howlin' Wolf moldeó a Hubert Sumlin, había entre ellos una diferencia de 21 años y Howlin' Wolf. Dice la leyenda que le obligó a estudiar con un profesor de guitarra clásica y, esto es más importante, a tocar la eléctrica sin púa. Tiene sentido ya que sus impresionantes grabaciones para Chess Records revelan ecos directos de la guitarra acústica del delta blues. Enfrentado al impulso sobrehumano de Howlin' Wolf, Sumlin respondía con líneas de sierra, frases explosivas, soluciones inesperadas ante el vértigo del hueco vacío. Al quedarse musicalmente huérfano, Hubert Sumlin intentó mantener la banda bajo el nombre de The Wolf Pack (la Manada de Lobos). Luego, retomó una carrera en solitario que había iniciado muy tímidamente: grabó su primer elepé en Berlín Este, en 1964, durante una gira del American Folk Blues Festival. Su reputación como guitarrista explica que compañías francesas, alemanas ¡o argentinas! le produjeran discos inciertos: Sumlin carecía de grandes poderes como cantante y tendía a dejar a otros el papel protagonista. Finalmente, sus admiradores blancos decidieron colaborar a hacer el disco que merecía. Fue Keith Richards quién inició en 2000 la elaboración de About them shoes, su última obra y la primera en difundirse fuera del circuito del blues. Parecía una carrera contra reloj: a Hubert se le detectó un cáncer, hubo que extirparle un pulmón y los esfuerzos se desplazaron hacia organizar conciertos para pagar las facturas hospitalarias. About them shoes tardó cinco años en materializarse. Y funcionó: la entusiasta presencia de Richards, Eric Clapton, Levon Helm o David Johansen garantizó que tuviera eco en los medios generalistas, permitiendo que Sumlin pudiera ganarse la vida girando por pequeños locales. Conviene señalar que el repertorio de About them shoes se centraba en temas de (o identificados con) Muddy Waters; no se atrevieron a adentrarse en ese territorio inexpugnable que son las bárbaras canciones de Howlin' Wolf.



Fuente: Diego Manrique para Diario El País