El escritor y su gato compartiendo soledades

El escritor y su gato compartiendo soledades
Los infiernos del escritor

miércoles, 23 de octubre de 2019

Maestros del Blues… Roxy Perry… propone Javier Paco Miró,… y Penélope, nos advierte, poétícamente, de qué se trata morir abrazado por el blues..






Por Javier Paco Miró





Roxy lanzó su carrera de blues a finales de los 80, cuando rápidamente se hizo conocida por sus emocionantes actuaciones en vivo en clubes, salas de conciertos y festivales tanto a lo largo de los EE.UU como en el extranjero. Ganó su reputación como "una cantante genuina" a través de su fascinantes shows y sus CDs muy aclamados en los círculos de blues y de jazz en todo el mundo. En los últimos años Roxy ha aparecido en shows con Rod Piazza, Shamekia Copeland, Leon Russell, Marcia Ball, John Mayall, Saphire, Hubert Sumlin, Gatemouth Brown, Koko Taylor, Taj Mahal, los Hermanos Neville, Popa Chubby, Derek Trucks, The Black Crowes, Susan Tedeschi, Duke Robillard y una serie de otros.




En 2007, Roxy y su banda actuaron en el famoso Festival de Jazz de Montreux, donde encabezaron dos escenarios, incluyendo el Lake Geneva Blues Cruise. Como artista de grabación, Roxy ha interpretado, producido y escrito el material para cuatro CDs muy aclamados que se han añadido a las listas clásicas de artistas de blues femenino en las estaciones de radio de todo el mundo.

Se titulan
HI HEEL BLUES (Monad Records),
ROXY PERRY, NEW YORK BLUES QUEEN (BluePerry Hill Records),
BACK IN BLUESVILLE (BluePerry Hill Records),
y su CD más reciente, IN MY SWEET TIME (BluePerry Hill Records).




Muchas de sus canciones originales aparecen en recopilaciones de blues. En 2007 también, Roxy fue galardonada con el prestigioso premio ARTIST OF THE YEAR por el Westchester Arts Council, Nueva York.  En 2009 fue reconocida oficialmente e incluida como UNA GRAN ESTRELLA DE BLUES, en el BLUES HALL OF FAME en Nueva York.




Cuando muero por el blues

Autoría: Penélope – España –




Fuente: 






Cuando muero por el blues, muero por ti. La nota más alta rescata el micrófono hundido. El telón con sus tacones de aguja viene hacia mí. El público aplaude al arte que la amargura del dolor concibe en mí desde que ya no estás conmigo. Cuando muero por ti, el piano entierra la noche. Solitaria en el escenario el dolor en sí se compone como el diario escudriñado de un bohemio maldito. Cundirá la oscuridad en el hogar del negro infinito. Despertará mi voz de murciélago el trueno escondido. Debutará el fantasma en la ópera vacía del olvido. Soprano de porcelana en mil pedazos cortados por el sonido. Cuando siento el blues y escribo así, ya te he perdido. Y ahora el público te sentirá como yo nunca te he sentido. Ahora el agudo dramatismo que es producto de este dolor se infiltrará en el coraje monstruoso de mi abismo.
Se disparará el eco a la inercia del infierno que me ha vencido. A los putos días de la gira de experiencias que hemos compartido. Al billar negro de tus ojos en la esquina del bar mirándome sin parar. A la resaca de los polvos que nos dejaron sin poder casi andar. Al cuero de recuerdos para hacerle una máscara al diablo. Cuando muero por el blues, resucita la fiera que llevo dentro. Y me besa el micrófono encandilado por mis labios rojos, intensos. Y se reciclan algunas notas lapidarias como marmotas sin aliento. Y se avecina un nuevo holocausto de acasos, por si acaso me sigues viendo. Por si acaso me sigues queriendo, por si acaso… este blues te hace regresar. A la cama gastada de una piel albina a la que le han extirpado el deseo. A la puerta golpeada por tu puño grosero y violento. Al espejo que filmó nuestros encuentros, rodados al azar. Me siento al filo de la vida, el gancho del escenario que tantas veces me ha visto de espaldas al público, saltar.