Se llamó Paul Butterfield Blues Band. Pero bien pudo
haberse llamado Bloomfield Butterfield Blues Band o Mike Bloomfield Blues Band.
Ambos generaban una energía especial arriba del escenario y en el estudio. Los
dos primeros discos de la banda, en los que estuvieron juntos, son una prueba
de ello. Ya en el tercero, The Resurrection of Pigboy Crabshaw, sin el
guitarrista y la sección rítmica original, el grupo empezó a perder el rumbo.
Entre los cambios en la formación, malas decisiones artísticas y peores resultados
comerciales la banda terminó disolviéndose. Bloomfield y Butterfield siguieron
caminos paralelos, trazados con la misma pluma. Desde entonces, sus carreras
musicales fueron tan erráticas como sus vidas. Atravesaron períodos de
desconcierto y de drogas y alcohol en exceso. Se perdieron y no pudieron
volver. Bloomfield murió el 15 de febrero de 1981 y Butterfield el 4 de mayo de
1987. Tenían 37 y 45 años. La causa de muerte en ambos casos: sobredosis.