El escritor y su gato compartiendo soledades

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Los infiernos del escritor

domingo, 3 de enero de 2021

Maestros del Blues.... Philipp Fankhauser y la Checkerboard Blues Band... y la inquisición del Siglo XXI

 


Músico, guitarrista y compositor suizo nacido el 20 de febrero de 1964 en la localidad Thun. A los once años comenzó a desarrollar su vocación musical con marcada inclinación hacia la música negra, sobre todo el blues. Durante la de cada del ochenta Fankhauser tuvo la oportunidad de participar en varios festivales de Blues y de Jaz, acaso el más importante de ellos hay sio el legendario festival de Montreux. 


En 1987 funda la Checkerboard Blues Band logrando con esta formación enorme éxito de público y consideración profesional. La banda se discontinuó en 1993 habiendo realizado en total cinco grabaciones en estudio, regresando solo para hacer algunos conciertos por Suiza en el año 2000. Entre su labor en solitario y su desarrollo grupal Philipp Fankhauser realizó dos decenas de discos, incluos en compañía de voces notables como las de Margie Evans  o talentos encumbrados como Kenny Neal.

 



... sobre la inquisición siglo XXI


La inquisición fue una institución JUDICIAL creada por el pontificado en la edad media, con la misión de localizar, procesar y sentenciar a las personas culpables de herejía (personas y grupos que cuestionaban o interpretaban de otro modo la fe). En el orden primitivo la pena habitual por herejía era la excomunión. Los herejes empezaron a ser considerados enemigos del Estado, sobre todo cuando habían provocado alteraciones del orden público. Los inquisidores se establecían por un periodo definido de semanas o meses en la plaza central de las aldeas, desde donde promulgaban órdenes solicitando que todo culpable de herejía se presentara por propia iniciativa. Los inquisidores podían entablar pleito contra cualquier persona sospechosa. Los acusados estaban obligados bajo juramento a responder de todos los cargos que existían contra ellos, convirtiéndose así en sus propios acusadores. El testimonio de dos testigos se consideraba por lo general prueba de culpabilidad. Hasta aquí la definición histórica de aquel formato. (Fuente: http://www.mgar.net/).



No observo lo mencionado muy diferente a las prácticas actuales. Creer en otros formatos sociales, en otro tipo de orden económico, y militar socialmente por ello es suficiente razón para ser estigmatizado como hereje al orden establecido y en consecuencia una amenaza que es necesario domesticar o encarcelar. En muchos países el poder judicial ha logrado, como aquella institución medieval, cercar al campo de las ideas de manera taxativa. El bien y el mal han quedado establecidos jurídicamente desde el fundamentalismo ideológico y nada parece que puede perforar tan nefasta lógica. Estamos en las vísperas de una restauración inquisidora global que no va a cejar en su intento de eliminar esa supuesta herejía que pone en discusión el orden natural que ha determinado esta nueva jerarquía social encabezada por las corporaciones. Los inquisidores vienen por nosotros, y no tan solo por nuestros derechos, sino también por nuestras intenciones, sueños, deseos, locuras, libertades, miedos, angustias y sobre todo por nuestros pensamientos. Desean eliminar de plano todo concepto de equidad, de inclusión y de humanismo ensuciando tales paradigmas con todo tipo de operaciones para luego proceder en consecuencia, encarcelando, torturando y si es necesario matando. Es probable que nuestros notorias vanguardias sean las primeras en caer, pero tras ellos, nosotros cual fichas de dominó, seremos derrumbe sin solución de continuidad hasta que la soberbia les indique que la tarea está cumplida. En lo personal acepto con resignación el reto de los tiempos inquisidores y le pongo el cuerpo y mi pluma, no tengo más, me hubiera gustado otro futuro. Es lo que nos tocó. Estarán aquellos que ante la situación decidan abandonar por razones y circunstancias que no me competen analizar y menos juzgar, no soy inquisidor. Pero tengo claro que el enemigo hoy posee todas las barajas valiosas del mazo prestas a ser disparadas, que en condiciones normales no podemos vencer en la partida, de manera que solo nos queda la imaginación, la tenacidad, la valentía, la voluntad y la convicción como puntos de partida para la lucha. Una lucha que observo en tonos bermellón, con lagos y meandros de coágulos, con lágrimas y con dolor, una lucha que lejos está de tener garantía de victoria, ni en el corto ni en el mediano plazo, una lucha que nos compromete como seres sentipensantes si verdaderamente deseamos ser la conciencia de una época ignominiosa… 

Como bien escribió Milan Kundera: “Sólo las preguntas más ingenuas son verdaderamente serias. Son preguntas que no tienen respuesta. Ni siquiera el propio dolor es tan pesado como el dolor sentido con alguien, por alguien, para alguien, multiplicado por la imaginación, prolongado en mil ecos.”