El escritor y su gato compartiendo soledades

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Los infiernos del escritor

viernes, 6 de enero de 2017

Maestros del Blues... Cuero.. Invita Javier “Paco" Miró y un soneto


por Javier "Paco" Miró







Carlos Calabró: batería

Enrique Masllorens: bajo

Ignacio Smilari: guitarra y voz



Este trío se formó en 1973, luego de la disolución de Piel de Pueblo. Carlos Calabró y Nacho Smilari, integrantes de aquella banda, se unieron a Quique Masllorens, fundador de La Joven Guardia y sin haber realizado ningún show registraron su álbum debut, "Tiempo después", a mediados del '73. Nacho Smilari había tocado también con Vox Dei entre el 71-72. Carlos Piña reemplazó a Masllorens apenas terminada la grabación de la placa, que fue presentada en vivo en muy pocas oportunidades, antes de la disolución. Cuero fue una banda efímera de música experimental cuyo primer LP "Tiempo Después" aborda  el estilo heavy rock y blues de los años 70's con ciertas influencias de grupos tales como el Deep Purple de sus primeros discos, o Black Sabbath. En algunas canciones hay rasgos de psicodélica típica de los años 70´s como es el caso de “Jungla de neón” con una marcada influencia del disco "The Dark Side Of The Moon” del ya mencionado grupo británico Pink Floyd. En la canción “Escucha mi voz” se puede apreciar el blues, que impregna todos los sentidos. Smilari intentó reunir a los músicos originales para un segundo disco, pero no tuvo éxito. Por eso convocó a Adalberto Cevasco (bajo), Osvaldo López (batería), Bernardo Baraj (saxos), Parentella (piano) y Joe Coco (percusión) y con esta formación editó "Crecimiento". Sin siquiera presentarlo en vivo, a banda volvió a disolverse.


Soneto del tercer milenio

Enfermas y lisiadas por celadas recurrentes
filosas jornadas construyen sus instancias
un centrado cadalso preserva las distancias
riega con olvido sus humores inocentes

tiempo de monedas y de trazos penitentes
dolor que le refuta a la suerte sus jactancias
tristeza de licor, mercaderes y ganancias
la muerte y su sumario; sus deudos: los pacientes.

Cárcavas sin sus cuerpos y flores malolientes
penumbra y boceto de lo que ayer fueron estancias
penosa terquedad discreción de los valientes

se percibe en los azares aromas a ignorancia
hiel veneno que derrama roja sangre a sus clientes
ruego que se reza sin prestarles importancia.