Selwyn nació el 9 de marzo de 1985 en
Orlando, Florida, muy cerca de Disneyworld. Su madre es inglesa y su padre de
Trinidad y Tobago. A los 13 años empezó a tocar la guitarra con cierto interés,
hasta que escuchó a Jimi Hendrix. Su destino entonces empezó a moldearse.
Indagando en las raíces de Hendrix descubrió a Buddy Guy, Freddie King, Albert
King y Albert Collins. Cuando tenía 19 años, un amigo le presentó al
guitarrista Sonny Rhodes. Ese encuentro terminó de sellar su camino. Rhodes
quedó muy impresionado con el joven y lo sumó a su banda. No sólo se lo llevó
de gira por Estados Unidos y Canadá, también le enseñó muchos secretos con la
guitarra, lo impulsó a perfeccionarse con el lap steel, le mostró los yeites
del negocio y de cómo mostrarse arriba de un escenario.
En paralelo, Selwyn siguió con sus
estudios y se recibió de licenciado en administración de empresas en la
Universidad de Tampa. Con el título en la mano, decidió que ya era el momento
de lanzarse de lleno a la música. Así fue como formó su banda y editó dos
discos de manera independiente que sólo se vendieron en su zona de influencia.
El 2013 fue su año. Ganó dos premios en el prestigioso International Blues
Challenge en Memphis: mejor guitarrista y mejor banda. Bruce Iglauer, dueño del
sello Alligator y probablemente uno de los tipos que más sabe de blues en el
mundo, puso el ojo en él. Poco después llegaron a un acuerdo y Selwyn firmó
contrato.
Alligator Records se caracterizó
desde sus inicios por ser un sello progresista dentro del blues y su política
actual es coherente con su historia. Siempre buscó un equilibrio entre la
tradición y la innovación, y sus discos son testimonio del mejor blues desde
hace 40 años. Hoy, además, el sello se la juega por una nueva camada de músicos
jóvenes que transitan los márgenes del género respetando su espíritu. Ellos
son Jarekus
Singleton, Anders
Osborne, J.J.
Grey y Selwyn, quien tiene un estilo más clásico que el de los otros
músicos mencionados, pero con un sonido más vertiginoso.
Las joyas del álbum son Walking in
the lion’s den, en la que canta como si estuviera poseído por Tom Waits; en The
river turned red se luce con unos solos que reflejan la amplia gama de
influencias que lo moldearon como guitarrista; Love me again es una balada
blusera al mejor estilo Robert Cray; y Tell me why tiene unos riffs muy power y
una rítmica picante. Dos temas reflejan, por contraposición, lo abierto y
creativo que es como compositor: Overworked and underpaid es un blues con una
estructura bien tradicional, mientras que el tema que le sigue, She loves me
not, tiene una melodía adhesiva con la onda del soul moderno. Otro momento
supremo del álbum es el slow blues Brown paper bag en el que, recostado sobre
el discreto sonido de un hammond, se manda unos punteos de antología.
La banda está conformada por Regi Oliver en saxos, Donald "Huff" Wright
en bajo y Curtis Nutall en batería, más los aportes ocasionales de Josh Nelms
en guitarra rítmica, RJ Harman en armónica y Dash Dixon en teclados, con la
colaboración especial de Joe
Louis Walker que suma su guitarra con slide. Don't call no ambulance
es un disco al que no le falta nada y que muestra todo el potencial de un joven
artista, integrante de una nueva generación de bluseros, que llevará al blues a
una nueva dimensión.
Fuente: Malbec & Blues
Link de Origen:
https://malbecblues.blogspot.com/2014/07/el-nuevo-astro-del-firmamento-blusero.html
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