Es posible que muchos no reconozcan el
nombre de Hubert Sumlin, pero seguramente sí han sido tocados por su espíritu.
Si han paladeado la obra de Tom Waits, saben que le gusta evocar la voz de
licántropo de Howlin' Wolf; detrás suele haber algún moderno imitando también
el sonido abrupto de su guitarrista, Hubert Sumlin. Su biografía parece la
del blues de Chicago. Nacido el 16 de noviembre de 1931
junto al Misisipi, electrificado en el Norte, desechado por su público natural,
reverenciado por las estrellas del rock. Hubert Sumlin murió el domingo 4 de
diciembre de 2011 en Wayne (Nueva Jersey), a los 80 años.
Había dado en
Arkansas sus primeros pasos profesionales, junto a James Cotton. Pero sería
otro cantante-armonicista quien facilitaría su entrada en la inmortalidad: en
1954, Howlin' Wolf le ordenó que viajara hasta Chicago, para integrarse en su
banda. Lo de ordenar no es una forma de hablar: Howlin' Wolf exigía
una lealtad total a sus músicos: en los clubes del South Side, ellos debían
vestir de etiqueta mientras el líder prefería llevar ropa cómoda. Hay
testimonios que sugieren que el Lobo Aullador nunca le perdonó la temporada que
le abandonó, para tocar con su máximo competidor, Muddy Waters, que a su modo
dirigía una extraoficial Academia del Blues de Chicago. Pero lo cierto es que
le acogió de vuelta y le mantuvo en su grupo hasta su fallecimiento, en 1976.
Intimidante
por su envergadura y temible por su furia, Howlin' Wolf moldeó a Hubert Sumlin,
había entre ellos una diferencia de 21 años y Howlin' Wolf. Dice la leyenda que
le obligó a estudiar con un profesor de guitarra clásica y, esto es más
importante, a tocar la eléctrica sin púa. Tiene sentido ya que sus
impresionantes grabaciones para Chess Records revelan ecos directos de la
guitarra acústica del delta blues. Enfrentado
al impulso sobrehumano de Howlin' Wolf, Sumlin respondía con líneas de sierra,
frases explosivas, soluciones inesperadas ante el vértigo del hueco vacío. Al
quedarse musicalmente huérfano, Hubert Sumlin intentó mantener la banda bajo el
nombre de The Wolf Pack (la Manada de Lobos). Luego, retomó una carrera en solitario
que había iniciado muy tímidamente: grabó su primer elepé en Berlín Este, en
1964, durante una gira del American Folk Blues Festival. Su reputación como
guitarrista explica que compañías francesas, alemanas ¡o argentinas! le
produjeran discos inciertos: Sumlin carecía de grandes poderes como cantante y
tendía a dejar a otros el papel protagonista. Finalmente, sus admiradores
blancos decidieron colaborar a hacer el disco que merecía. Fue Keith Richards
quién inició en 2000 la elaboración de About them shoes, su
última obra y la primera en difundirse fuera del circuito del blues. Parecía una carrera contra reloj: a Hubert se
le detectó un cáncer, hubo que extirparle un pulmón y los esfuerzos se
desplazaron hacia organizar conciertos para pagar las facturas
hospitalarias. About them shoes tardó cinco años
en materializarse. Y funcionó: la entusiasta presencia de Richards, Eric
Clapton, Levon Helm o David Johansen garantizó que tuviera eco en los medios
generalistas, permitiendo que Sumlin pudiera ganarse la vida girando por
pequeños locales. Conviene señalar que el repertorio de About them shoes se centraba en temas de (o
identificados con) Muddy Waters; no se atrevieron a adentrarse en ese
territorio inexpugnable que son las bárbaras canciones de Howlin' Wolf.
Fuente: Diego Manrique para Diario El País
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