Maestros del Blues… Will Wilde.. por Javier Paco Miró… y un tipo que allá por el 2015 no fue creíble porque nadie lo escuchó, pero fue veraz….
Por
Javier Paco Miró
Nacido en Macclesfield, Inglaterra,
Wilde se crio en Wiltshire, en lo que describe como un pequeño pueblo en medio
de la nada; con una única tienda, ciudad de correos en el suroeste de
Inglaterra. Y sin embargo, a pesar de sus limitaciones impuestas geográficamente,
la música lo encontró, se apoderó de él, y nunca lo soltó. Will Wilde tomó su
primera armónica a la edad de 16 años y creció impregnado de los tradicionales
Chicago Blues, pero su enfoque como artista sigue siendo resueltamente en el
futuro. Fusiona el blues crudo con el rock, el soul y el funk. Toma lo que es
auténtico y poderoso sobre la música que creció amando e introduce otras
influencias sin perder el corazón y la convicción del blues. Sus shows en vivo
ha sido descrito como: "Una clase magistral de armónica de blues.
Wilde hizo su primer álbum cuando
tenía 19 años, Nothing but Trouble, que recibió muy buenas críticas en 'Blues
Matters' y 'Blues in Britain'. En 2011 firmó un contrato de dos álbumes con
Rock the Earth Records. En su álbum Raw Blues, Wilde regresa a sus raíces
rindiendo homenaje al blues de Chicago despojado que lo inspiró por primera vez
a tocar. Raw Blues cuenta con Richard Newman en la batería (ex Rory Gallagher,
Steve Marriot, Sam Brown), Stuart Dixon en la guitarra (ex Eddie Floyd, Geno
Washington, Marcus Malone) y Victoria Smith en el bajo (ex Girls with Guitars,
Dani Wilde, The Ramones). Will ha sido cuatro veces nominado en los British
Blues Awards al mejor armonicista (2010/2011/2012/2013) y ha compartido
escenario con varios artistas notables del blues, apareciendo dos veces en el
Legendary Blues Cruise tocando con veteranos como Sherman Robertson, Michael
Burks, Earl Thomas y Taj Mahal. En su último álbum, Bring it on Home, la
armónica de bordes duros de Wilde roba el foco de la guitarra de rock
tradicional, con un sonido que le debe tanto a Jimmy Page o Ritchie Blackmore
como a Sonny Boy Williamson o Little Walter. Wilde dice que está inspirado en
artistas como el guitarrista de Rage Against the Machine/Prophets of Rage Tom
Morello. "Estoy interesado en la forma creativa y poco convencional en que
Morello se acerca a su instrumento. Siempre estoy buscando hacer nuevos sonidos
interesantes con la armónica también, empujando sus límites, tratando de
cambiar la percepción de la gente de ella". De hecho, Wilde ha ido
un paso más allá y ha creado sus propias afinaciones de armónicas para que
pueda tocar notas que antes no eran posibles.
El tipo... Conversaciones 2015-2016
El fin de las cosas es su perfección?
me preguntó el tipo. No me parece le respondí. Fíjese que la muerte es el fin
de la vida, entonces la muerte es la perfección de la vida. Esto sucede cuando
llegamos a conclusiones falsas muy a pesar de exponer premisas verdaderas. Mire
mi amigo, para aquellos que tuvimos el placer de ensuciarnos “en el barro” de
la lógica formal sabemos que los valores de verdad de las premisas y las
conclusiones están dados tanto en el campo de la inducción como en el mundo de
la deducción. El Principio Lógico de Identidad, El Principio Lógico de
Contradicción, El Principio Lógico del Tercer Excluido, Principio de la Razón
Suficiente, constituyen una mecánica que es imposible soslayar si deseamos
llegar a conclusiones certeras. José Antonio Marina, autor de Teoría de la
Inteligencia Creadora nos dice: La Razón no es una facultad especial: Es un proyecto
de la inteligencia decidida a saber si hay evidencias más fuertes que las
privadas, a evaluarlas y aceptarlas. Por eso sostengo que lo que existe es una
inteligencia racional capaz de autodeterminarse. Ese proyecto se concreta en un
sujeto universalizado por la razón, dispuesto a plegarse al argumento más
poderoso o ante el valor más alto que no sería sino la mayor posibilidad
pensable. La inteligencia se define por sus proyectos y que el proyecto de
mayor envergadura será el de un sujeto inteligente o de una vida inteligente. No
entendí ni mierda, mejor vengo otro día, me dijo el tipo…
Déjeme contarle una historia le dije al
tipo. Será un placer don Sala. Hace poco más de 25 años, en pleno auge
menemista, estaba yo compartiendo una larga mesa en donde se festejada el
cumpleaños de un ex amigo que participaba conmigo de encuentros futboleros.
Digamos que caí allí no tan de casualidad. Por entonces la discusión política
no formaba parte del debate. Eran tiempos en donde la adolescencia ya comenzaba
a extenderse demasiado y un tipo cercano a los treinta, de clase media urbana,
era poco menos que un pelotudo con carnet. Durante esa semana yo había asistido
a la multitudinaria marcha en contra de los indultos. 250.000 hombres y mujeres
en las cercanías del Congreso que nunca fuimos visibilizados por la mass media.
De pronto y ante mi sorpresa uno de los comensales, justo el que tenía delante,
sacá el tema y entre asquerosas risas afirmó: los milicos se quedaron cortos, a
esos tipos que salieron el otro día hay que matarlos a todos. Digamos que no
pude aguantar la tentación por más que con su pareja, una morocha descomunal,
nos habíamos cruzado miradas inquietantes durante toda la cena. Al instante
tomé mi cuchillo por el filo para que lo tome por el mango y le propuse que
comenzará él con la tarea. El silencio hizo el resto. No te atrevés le
pregunté... el tipo sonrió incómodo. Dejate de joder me dijo… Es tu oportunidad
de que cumplas tu deseo, le respondí. No rompás las bolas Salita me grita otro,
siempre arruinando todo con esas historias que a nadie le importan. Me levanté
lentamente y me fui, no sin antes lamentar que la descomunal morocha, que
durante toda la noche jugueteó con su tenedor, con su boca y con mi soledad se
quedó sentada al lado de ese tremendo hijo de puta.
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