Maestros del Blues. Hughes Taylor y el comienzo de la historia del Prometeo Fabrice (su destino, por ahora es incierto)
Hughes Taylor es un enérgico y ambicioso artista de
blues de Macon, Georgia. Es conocido por su impresionante y realizado
juego de guitarra y estilo eléctrico único que infunde las raíces de blues
tradicional con blues optimista, de ritmo rápido y rock clásico. Hughes es
autodidacta, inspirándose en artistas de blues y rock como Eric Clapton, Stevie
Ray Vaughan y Jimi Hendrix.
El
Prometeo Fabrice
Sin
prevenciones Fabrice encadenó su decoro al escritorio en donde reposaba desde
hacía meses el vetusto ordenador personal, incluyó los épicos cronopios que
durante los últimos cinco años apuntara al margen del texto cardinal y comenzó
a bocetar su íntimo culto a Prometeo, acaso una peculiar metamorfosis, procurar
reconocerse como invención y novedad. Dejó de lado las vulgaridades ligadas al
sentido común como ser ordenar prendas en las maletas, viajar sin carta cierta,
modificar su estética, cambiar de sexo, hasta desaprender el idioma para
reemplazarlo por uno extranjero, no formaban parte de la fórmula. La
transmutación debía incluir incisos nunca antes sometidos al escarnio que
proponen tanto la controversia como la incompetencia. Por caso la memoria y la
cultura, y ésta desde lo antropológico, es decir hábitos y costumbres, desde
luego las bellas artes y la ciencia. La necesidad de deconstruirse para
destruirse con eficacia sin llegar al absurdo límite de un no retorno, para más
tarde y como final de juego volver a construirse metódicamente sin dejar inciso
de lado.
Durante
las primeras semanas Fabrice inició el proceso escrutando su moral y su ética.
El asunto no pasaba por exhibirse banalmente despiadado, era necesario
internalizar la perversión hasta ubicarse dentro de los mundos de la psicopatía
más extrema, ausente de toda conciencia y vergüenza. Cada acción era
minuciosamente pensada, desde el sabotaje a las instalaciones de las viviendas
linderas, pasando por la desaparición de las mascotas de sus vecinos hasta la
propia muerte de algún parroquiano de la cuadra. Y siempre, como eficaz
coartada, exponiendo su agradable imagen como auxilio y testimonio del acertijo
a descifrar. Una vez concluida la primera etapa el devenir fue más sencillo
debido a que la moral, usualmente, acostumbra a podar nuestros más bajos
instintos. Sin su onerosa carga la espontaneidad afloraría naturalmente...
“Cambiaste de tiempo y de amor
ResponderEliminary de música y de ideas
Cambiaste de sexo y de Dios
de color y de fronteras
pero en sí, nada más cambiarás
y un sensual abandono vendrá y el fin”, sugiere Charly en Viernes 3 am
Gregorio Samsa llevo el asunto más allá y despertó transformado en un mountuoso insecto en La Metamorphosis de Kafka
Mastropiero indagando historias para su madrigal “La bella y graciosa moza “se encontró con la terrible leyenda del perro de un convento de Carmelitas, que en noches de luna llena se convirtia en hombre. O también la dolorosa leyenda del séptimo hijo de un protestante pastor que en esas mismas noches se convertía al budismo.
Quizás no exista transformación de la cual se pueda volver intacto , por eso mucha gente por temor nunca cambia.