Gabriel Delta, un bluesman argentino
que triunfa en Italia pasando por Chicago
Gabriel Delta es un guitarrista,
cantante, productor y compositor argentino que, a pesar de haber nacido entre
tango y folklore, terminó abrazando y haciendo suyo un género musical que le
llegó de muy lejos.
Por casualidad, una tarde caminando
por su barrio natal, la populosa Villa Urquiza de la ciudad de Buenos Aires,
escuchó de repente un sonido que le hizo detenerse en la puerta de una tienda
de discos, un sonido diferente proveniente de un guitarrista que cambió por
completo su búsqueda musical. Era un disco de B.B. King en directo.
Su idilio con la música comenzó desde
muy temprana edad. A los 10 años sus padres le regalaron su primera guitarra y
desde aquel momento la llama eterna del arte le abrazo, llevándole a vivir
experiencias únicas y entrañables. Ya en la adolescencia, decidió estudiar y
perfeccionarse en las seis cuerdas con un referente singular y docente musical:
Miguel “Botafogo” Vilanova.
Después de algunos intentos musicales
con amigos, formó una banda llamada “Los Delta Blues” a finales de los 80. Los
shows comenzaron a sucederse y su particular estilo le permitió abrirse camino
en la competitiva escena musical argentina, combinando las influencias del
Be-Bop, el Funk y el R&B, pero cuando se trataba de tocar el Blues más
tradicional, todo resultaba más natural y espontáneo. Al poco tiempo ya estaba
compartiendo escenario con los grandes referentes del género en Argentina como
Alejandro Medina, Norberto “Pappo” Napolitano, Jorge Pinchesky, Vitico, La
Mississippi o King Size, entre otros.
Después de grabar 5 álbumes con su
grupo, realizar diversas colaboraciones y haber presentado su último disco en
el Festival Blues de Chicago, allá por 2001, Gabriel decidió trasladarse a
Europa, precisamente a Italia, con el fin de crecer musical y culturalmente.
Nada le resulto fácil y cómodo. Espíritu positivo y sacrificio enorme
resultaron ser los remedios más eficaces para no decaer y continuar en la tarea
de hacer realidad sus sueños. Actuaciones, sesiones, festivales comenzaron a
aparecer, teniendo la dicha de compartir escenarios con iconos de la talla de
Taj Mahal, James Cotton, Larry Mc Cray, BB. King, Roy Rogers, Watermelon
Slim, la Blues Brothers Band, Billy Branch y muchos otros.
Este musico de las lejanas pampas del
sur posee un estilo particular y de gran contenido, conociendo al dedillo la
dinámica del sonido eléctrico, pero también sabe brindar lo mejor de sí mismo a
la hora de tomar en sus manos una acústica e interpretar el estilo “roots”.
La atracción que genera su música va
más allá de lo auditivo: el compromiso con causas sociales que se puede
observar en la línea de su evolución compositiva, subraya que la música es un
medio para la acción y el cambio, además de un simple entretenimiento.
A partir de sus discos grabados en el
viejo Continente percibimos que la quintaescencia del Blues vive en cada una de
sus propuestas. El mejor ejemplo de todo ello lo podemos encontrar en un
discurso de agradecimiento hecho canción: “Only with my soul”, un compendio
poético, una exposición de sentimientos y sinceridad.
Gabriel ha participado en diversas
ocasiones en el Chicago Blues Fest, una de las mecas de este estilo, generando
conciertos únicos, que conquistan al público y a otros músicos. Su versatilidad
para adaptar canciones ajenas también forma parte de su oferta musical. Al
escuchar “Earth Song”, canción perteneciente al rey del pop Michael Jackson que
Gabriel versiona de modo magistral, así como otros covers del su ultimo álbum:
“A New World?”, nos damos cuenta de que este guitarrista posee un lenguaje
diferente y creativo dentro del actual espectro musical internacional.
En la actualidad Gabriel se encuentra
totalmente sumergido en el desarrollo de un proyecto ambicioso que se apoya
sobre las dos columnas más importantes de su vida: la Espiritualidad y el
Blues, buscando combinar el sonido y la profundidad humana de la música del
Mississippi con lo más trascendental y ancestral del espíritu humano.
“The song remains the same”… lo único
que puedo decir es que la tecnología actual puede llegar a distraer un poco,
pero no sé si reemplazará a la pasión y el pathos. Y si hablamos del aspecto
comercial de la música, todo está en crisis” manifestó hace unos años este
musico que proviene de las entrañas mismas del trabajo bien hecho.
Y en cada canción, entre arrabal
porteño, espíritu y Blues, este peregrino de la música continúa enviando
inconfundibles señales de reflexión y de sus sentimientos más intimistas.
Fuente: La Hora del Blues
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