El escritor y su gato compartiendo soledades

El escritor y su gato compartiendo soledades
Los infiernos del escritor

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Maestros del Blues Tony Tucker.. y un incierto desconcierto en sepia




Todo lo que Tony Tucker quiere que sepamos de él está en sus acordes. Nacido y criado en Buzzards Roost, Missouri, más allá de ser un virtuoso de la guitarra le agrega al género una vocación por la investigación sobre los instrumentos autóctonos que utilizaban los pueblos originarios, sobre todo su interés radica en flautas fabricadas a partir de ramas...







Inciertos desconciertos...


Sábanas obscenas, el hilo del sol invade y vela tu halo sagrado, te veo dormida no haces caso de mí, acaso eres más libre. Y fue nuestra primera cita, noche del estreno, los dos lo sabíamos, adiós seducción, la poesía es la única muestra de perpetuidad que nos une, por eso abre tus ojos para estar segura de mi ausencia. No te expongas, no es necesario, el cielo y el averno por igual nos esperan, nos ofrecen lo mismo, el olvido, en tu caso aquella marca causante del insomnio hoy es silencio, en lo que a mi respecta soy de los que van tras los fallidos pasos de azarosos aciertos. Pienso, suspendo, pienso lo que suspendo, sigo pensando que para los cínicos el paraíso tiene dos caras, ni el infortunio es necesariamente mala suerte ni ser intuitivo tiene que ver con el talento. Siento defraudar a tus esperanzados desintereses, insisto, prever el devenir es tarea de insolentes, tengo respeto religioso por todo aquel hombre que edifica su abandono,  por eso no persistí en la cruel fatiga que invita la ventura de tu huella... 





Sin los flamencos los lagos estarían desencantados, sin los lagos los flamencos solo serían ocaso. Pobres las aves, observan las miserias sin omisiones, mientras los peces tienen el poder de sumergir penas y risas. Naturaleza de mi, de ti...

Las despedidas son péndulos, inercia inevitable, a la par voy bocetando contornos de olvido al verte partir, más luego veré tus ojos comulgar con los míos, a pesar tuyo, mi cuerpo débil y torpe se resquebraja en tu invierno, detrás del prisma esos modestos reflejos marcan tu ruta,  no me entiendo cuando las soledades no te perciben, bella y sublime, así te dibujé en mi ceguera. Estás distante, sin osadía, ausente, excomulgada, fuiste placebo y tersa clama. Si pretendemos avales para el amor seremos fraude, en tus abismos siento que mis infiernos enmudecen, por tu ventana se intuye vacío, desoriéntate, por las estrellas descubro que tu cuerpo todavía es, amnesia de ti y nuestros desencuentros, ausencia de mí...


Los eufemismos pasan de mano en mano, tercos, sin dueño, acaso el sortilegio fue intentar desvestir a tus miedos con linos de celo asumiendo la eternidad cual fórmula de romanticismo. No te ocupes de mis fiebres y mis nauseas, impidamos que este amor nos sepulte, tampoco me indagues, ya estoy demasiado desencontrado por ese sano vicio que persiste en amarte. Mi escenario boceta tu ausencia, bruno destino. Cuesta entender, más lo inexplicable se te adueña, atino pues a que tus placeres abreven de mis sudores. Quizás llegue el tiempo en el cual me ames, y así, sin argumentos y de modo casual, decidiré olvidarte, y caminaré bajo la lluvia de mi granizo tormenta, tras mis pasos, insomnios y misterios, a por la trampa y final, paraíso pensado, edén que solo existe para morirse en paz. Estamos detrás de todo aquello que jamás buscamos aunque siempre llegaremos tarde, la única seguridad de cara al futuro es que nuestros nichos a perpetuidad estarán cercanos al dolor, podemos compartir el cielo y el infierno, nada que valga un recuerdo, escaparse no es otra cosa correr y no encontrarse, de alguna manera toda ausencia instala al olvido como aliado. Así me desperté una noche, mojado, y se me ocurrió desandar mi vida, con cuántas sorpresas tropecé. Viajé por senderos en donde los nómadas sueñan fantasmas, partí sabiendo con certeza mi no regreso, me secuestré y me liberé, y fui feliz, sabiendo que lo mejor de lo peor me estaba ocurriendo. Asesiné al muerto que llevaba dentro, espectro que intentaba incomodar mi conciencia, no permito que nadie domestique mis nobles pasiones, solo los mares son capaces de procrear sales de bondad, ningún humano recrea pleamares de ilusión y menos aún bajamares de pureza. El amanecer propone acertijos y crueles preguntas de poca luminosidad, creo en tu voz, descreo de vos, de mí, somos engaño, muy a pesar estoy acostumbrado a tu memoria, contigo soy capaz de no ser, y amo no ser, porque estoy contigo...







2 comentarios:

  1. Brillante, blus, eternidad ensoñada y su slemnidad maravilloso.

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    1. gracias amigo.. ya mismo repongo los otros, veo que han sido abortados

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