...sobre
cámaras y cosas por el estilo...
San Cristóbal, pujante comuna del oeste de la
Provincia, estaba en una nueva etapa de modernización y racionalización económica. Seguía la
transformación experimentada por tantos otros pueblos de la zona como Guamini,
Bolivar, o Daireax. La llegada de las modernas variedades de soja y el aumento
del régimen de precipitaciones pluviales habían inyectado una importante suma
de dinero a la economía con el consecuente aumento de las ambiciones políticas
de algunos líderes de la zona. El Intendente de San Cristóbal, Don Manuel Sánchez
del Solar, convoco a su despacho a los 3 inspectores de transito del pueblo y
al Tesorero Jorge Luís Peralta. En la antesala se encontraba tras su escritorio
la recepcionista Mercedes Fresas del Pilar con sus jóvenes 26 años, su
espléndida figura y su largo pelo ondulado; del otro lado los inspectores
sentados en un banco contra la pared con
caras de asustados y mirada apesadumbrada. No era para menos, ya habían pasado
largos 20 minutos de espera pero nadie atinaba siquiera a preguntar si se podía
pasar. La secretaria tenía reconocida fama por ser extremamente estricta y
celosa de la entrada al despacho del señor Intendente. Decían las malas lenguas
que el Intendente de ser re-electo se divorciaría de su esposa, promovería a su
secretaria en el Directorio y se iría a vivir con ella. El comienzo del año
electoral y los rumores entre los pasillos de que se entraría en una etapa de
ajuste para poner las cuentas de la Municipalidad en caja preocupaban en
particular a sus tres convocados.
De ellos, Joaquín Pérez Duca era quien menos se preocupaba
tanto por su futuro como por el de sus dos compañeros. Hijo de Pedro Pérez
Duca, conocido chacarero de la zona, era propietario de una mediana pyme
agropecuaria mixta, se podría decir que tenia de alguna forma su porvenir
asegurado. Pedro siempre guardó en su corazón la esperanza de que Joaquín
volviese al campo a hacerse cargo, pero el joven siempre prefirió trabajar en
el pueblo, estudiar sociología en Pehuajo, y meterse en política para disgusto
de su padre. Militante de todo partido de izquierda que alguna vez trató de
ganar votos en San Cristobal era ahora uno de los puntales del Nuevo Socialismo Progresista Democrático,
agrupación mirada con desazón y desconfianza por los tradicionales Radicales o
Conservadores del pueblo acusándolos de ser ni más ni menos que otra rama del
viejo Trotskismo Revolucionario Combativo que alborotó las calles del pueblo
allá por los 80’s con sus paros y sus marchas provocando el cierre de la
pequeña factoría de vasitos para helados El Conito ante las insensibles
exigencias de sus 5 empleados.
Los otros dos eran Carlitos Gorostiaga y Daniel Martín,
ambos típicos personajes del pueblo; sólo iban al campo para alguna que otra
changa en el tiempo de cosecha, trabajaban en la Municipalidad desde que
dejaron el colegio en tercer año del Nacional y pasaron por diferentes puestos
empezando bien de abajo; de ordenanzas o limpieza hasta al cómodo puesto de
Inspector.
La amenaza de perder los puestos de trabajo pesaban como
una oscura sombra de temor y desamparo sobre estos dos últimos mientras
esperaban en la antesala del despacho del
Intendente, particularmente era el caso de Carlitos debido a que su
señora estaba embarazada de su tercer hijo, justo en este momento en que a
pesar de la bonanza económica las
oportunidades de trabajo no habían crecido, en especial desde el cierre de la
pequeña fábrica El Conito
Llegó finalmente el momento. Mercedes recibió el
llamado del Intendente pidiéndole que haga pasar a los empleados.
-
“Pasen
pasen que no hay tiempo que perder” ,anuncio’ con tono amable el señor
Intendente,
Al pasar se encontraron con la figura del Contador
Peralta. Funcionario de inmaculado traje y corbata, portando su acostumbrada
cara de culo característica. En esta oportunidad estaba acompañado de un tipo
flaco con anteojos, medio pelirrojo, nunca visto en el pueblo. Las ventanas del
elegante despacho estaban tapadas y un proyector desplegaba alternativamente
complicados gráficos, imágenes del espacio, naves espaciales y paisajes lunares.
-
Te dije,
te dije que nos iban a echar, nos van a dar una patada en el culo que vamos a
quedar en órbita”.- Carlitos le repetía por lo bajo y en el oído a Daniel-
Una vez sentados en la larga mesa oval Don Manuel
empezó la disertación sin hacerse esperar con el empuje y entusiasmo que
caracterizaban sus discursos de campaña.
-
Ustedes
saben que este es un año electoral, y que el gobierno provincial entrega fondos
distributivos recaudados por la provincia en general hacia los distintos distritos en particular”
-
Los
Municipios que mejor manejan las finanzas son los que más reciben” –agregó el
Contador-
-
¿Y nosotros
cómo estamos? Pregunto inocentemente Daniel
-
No muy
bien - respondió con un tono seco,
propio de funebrero, el Contador -
Carlitos le reiteraba en el oído a Daniel - te dije,
te dije que nos iban a echar, nos van a dar una patada en el culo. Joaquín tomó
la ofensiva y declaró sin pelos en la lengua afirmó:
-
No
estaríamos tan mal si las dos grandes acopiadoras de cereales pagaran los
impuestos municipales correspondientes
en lugar de estar enganchándose de moratoria en moratoria resguardándose
en supuestas declaraciones de pérdidas originadas en balances truchos”.
Carlitos se tapaba la cara con una carpeta que habían
dejado de la reunión anterior como evitando mostrar la mas mínima señal de
apoyo a las sagaces acusaciones de Joaquín, mientras seguía murmurando a la
oreja de Daniel -“cagamos Dani se metió el Che, ahora sí que nos echan seguro”
Don Manuel se apresuró a contestarle antes de que
Joaquín diga algo más incriminatorio o inadecuado-
-
”Ja ja, no es tan así camarada Pérez Duca. Los
mecanismos de los poderosos para pagar el mínimo tributo son varios y complejos
pero no difieren de una comuna a otra. El asunto es en que nos aventajan, ¿no
es así señor Tesorero?
-
Bueno, ya
que me lo preguntan aquí tengo algunos gráficos acerca de los factores
económicos de los tres municipios vecinos - Peralta presionaba los botones del control
remoto y en la pantalla se desplegaban los gráficos de área sembrada,
porcentajes de cosecha, precios, producción vacuna y demás variables.
-
Como
podemos ver, hectáreas más, hectáreas menos, quintales de soja más o menos, no hay
mucha diferencia entre los tres
distritos. Las mayores diferencias están en gastos administrativos, uso de los
vehículos oficiales, y recaudación de multas.
-
Vale decir
que para salvar la candidatura del compañero Sánchez del Solar, tenemos que salir
a meter multas a lo pavote - retomó el
ataque Joaquín –
-
Claro,
como en Bolívar. Esos desgraciados le meten multa a Dios y María Santísima.
Hace poco llevé a mi vieja al oculista y no tuve otra opción de parar en doble
fila no más de 30 segundos en la puerta del consultorio para que baje y ya
estaba el inspector con su librito. Que quiere, que la tire con el coche en
marcha le protesté - se animó a refutar Daniel
–
-
Señores si
me permiten no es cuestión de multar a lo pavote como dicen ustedes, estoy
seguro que hay un número de infracciones que pasan desapercibidas todos los
días. - De este modo el misterioso pelirrojo había ingresado al debate de la
discusión con tono petulante y una falsa sonrisa - Permítanme presentarme, mi
nombre es Romualdo Mac Intock. Soy Astrónomo, graduado en la Universidad
técnica de Munich en mayo de 2005, titulo correspondiente a un grado académico
Superior e involucrando en un proyecto de investigación de un año y una tesis
de maestría. En octubre de 2008, exactamente tres años antes de lo previsto por
el programa de estudios, obtuve mí doctorado en astronomía de la Universidad de
Copenhague. Además soy colaborador en
conjunto con el Administrador de la NASA, Dr. James Fletcher, en el desarrollo
sobre la utilización práctica de imágenes satelitales Landsat y sus satélites
sucesores. También desarrollo funciones como administrador espacial del grupo
de satélites Sat 707 -786 y encargado de proyectos que utilicen imágenes
satelitales para beneficio práctico de las comunidades rurales. Pero no estamos
aquí para discutir mi currículum. Por favor, les pido echen un vistazo a estas
fotos seleccionadas de un grupo de imágenes producidas por el satélite Sat 786.
¿Reconocen a alguien”? Preguntó el Astrónomo.
San Cristóbal, como todo pueblo, tenía la infaltable
plaza, donde se daba la vuelta del perro, la Municipalidad, la parroquia, y el
Banco de la Provincia. Decoraban el paisaje una serie de elegantes cafés y
restaurantes que extendían sus mesas sobre las veredas. Estos negocios y
algunas tiendas de ropa fina se habían
asentado exitosamente en los últimos años. De la esquina norte de la plaza
salía el elegante boulevard, tanto en este como en el centro de la plaza dominaban
los tilos pero de tanto en tanto aparecían altas unas elegantísimas palmeras
plantadas hace más de 100 años. Hacia el sur las vías del ferrocarril dividían
el pueblo tradicional de los barrios y viviendas más pobres construidas a
través de los diferentes planes, siguiendo el mayor o menor desarrollo
económico. La calle paralela al ferrocarril conocida como Montevideo era de
exclusivo uso de los talleres mecánicos, los concesionarios de maquinaria
agrícola, lo hacían hacia el final de la calle, del lado del ferrocarril, mientras
que los silos de los acopiadores de cereales se erguían apenas pasando la vieja
estación de tren. Montevideo tenía vereda y construcciones solo del lado de
enfrente a las vías, la vereda adyacente a estas estaban pobladas de pasto
silvestre, apareciendo de tanto en tanto algún sauce adornado el paisaje. Mas
allá, hacia el oeste, se encontraba la
rotonda y en las afueras del pueblo antes del empalme con la ruta provincial el
glorioso estadio del Deportivo San Cristóbal construido íntegramente con gradas
de madera.
La primera foto de esta zona que mostró el desconocido
era la calle paralela a las vías del ferrocarril en donde, más que
estacionados, moraban, caprichosamente desparramados a lo largo y lo ancho de
ella: un tractor, un arado de discos y dos camionetas cargadas con rastras y
otros fierros. El negocio era el taller de los hermanos Mancevsky, famosos por
ser los mejores mecánicos de la zona además de corredores de Rally. La vereda
que da a las amplias puertas del taller estaban bloqueadas por otro tractor
desarmado y herramientas tiradas por todos lados y en frente de la entrada otra
camioneta estacionada en doble fila. La foto mostraba a un hombre grandote y medio
rubión. Era fácil identificarlo por su aspecto y por tratarse de un personaje
muy conocido en la zona, su nombre Roberto Berardo. Contratista de varios
campos de alrededor, en este momento preparándose para la siembra de la fina en
la estancia Santa Rita. Incluso se podía leer la chapa del vehículo en infracción.
Le sigue otra foto, esta vez en el centro, se trata de
la diagonal San Martin en su hora pico, la archiconocida camioneta Ford verde
oscuro de Don Braulio, encargado de La Paulina, estacionada a 90 grados sobre
la vereda; incluso se podía ver al mismo Don Braulio cargando bolsas de semilla
de trigo para la siembra.
En la tercera de las imágenes se podía observar a José
María Herrero, uno de los dos taxistas del pueblo, avanzando peligrosamente de
contramano por Las Heras con el objetivo de levantar un pasajero. Siguieron
unas cuantas fotos más presentando serias ofensas a las leyes del tránsito, todas
ellas en blanco y negro, con acercamientos que mostraban las patentes de los
conductores, las imágenes se sucedían como en las películas cuando las agencias
de espionaje muestran al principal sospechoso. Tanto Daniel como Joaquín
trataban de aguantar la risa ante tanta desobediencia y descuido por parte de
los conductores de San Cristóbal.
El astrónomo, detiene la secuencia de fotos, prende la
luz y retoma el hilo de su exposición
-
Señores
esto es sólo una muestra de las numerosas infracciones que no habían sido
aplicadas, contribuyendo al caos del tránsito y reduciendo la cobranza de
multas así como los ingresos de dinero al tesoro de la Municipalidad.
-
Bueno, es
que somos tres nada mas, no podemos estar en todos lados…. -Se anima a comentar
tímidamente Carlitos –
-
Exactamente
- replica el Astrónomo rápidamente antes de que Carlitos continúe. Ustedes no
pueden, pero el satélite Sat 786 si puede y transmite continuamente las
imágenes al procesador Imex 83 que teniendo las imágenes de todas las calles del pueblo almacenadas en GIS detecta las
infracciones. IMEX transmite las imágenes a la estación terrena de San
Cristóbal en donde ustedes ajustan la imagen, extraen la patente del infractor
mediante el uso del zoom y
automáticamente generan una NISAT… Nota de Infracción satelital (aclaró, como si fuera algo obvio, el Doctor
en Astronomía mientras los muchachos lo miraban boquiabiertos). La computadora
coteja el número de patente, extrae de la base de datos la dirección del
infractor y manda al correo la correspondiente NISAT que será recibida a
domicilio en 24 hs.
-
Señores -
interrumpió Joaquín - esto debe costar
una fortuna: Antena satelital, monitores, cámaras, computadoras, programas. Es
ridículo gastar esta cantidad de dinero cuando estamos tratando de ahorrar
plata para cerrar las cuentas.
-
150.000
dólares - declaró rápidamente el contador Peralta-. Ni más ni menos, pero estos
fondos no salen de nuestro presupuesto,
gracias a la implementación de este proyecto San Cristóbal calificará para el
otorgamiento de fondos provinciales destinados a innovaciones tecnológicas. De
manera que si no lo hacemos esa plata no entra en nuestras cajas.
-
Pero ya es
tarde para palabreríos y especulaciones – irrumpió con tono de discurso de
campaña Don Manuel -El proyecto ya está funcionando en el salón conjunto a
nuestras mismas espaldas, y los fondos ya han sido adjudicados, así que podremos
pagarle a las autoridades de la compañía satelital. Por favor Licenciado, la
señorita Mercedes tendrá listo el cheque para que usted lo retire cuando
finalice este meeting. Señores San Cristóbal ya tiene satélite!!! – continuó
Don Manuel -El pueblo entró en el siglo 21 y no vamos a volver al pasado. El
lunes los espero directamente en la nueva estación terrena, tómense el resto de
la tarde para aprender los controles. Muchachos, los dejo en manos del
licenciado Mckintosh, les deseo mucha suerte en este emprendimiento tecnológico.
Luego de un comienzo agitado y tecnológicamente
abrumador para el rudimentario conocimiento informático de los muchachos, y al
cabo de unas horas pudieron aprender y manejar el programa debido a la sencillez
del mismo y la facilidad para operarlo. Llegado el día lunes, y pasando antes
por la aprobación de la señorita Mercedes al nuevo salón, comenzaron la nueva
tarea recibiendo emocionados las primeras imágenes satelitales. Durante la
primera hora la actividad era muy baja y aparentemente no había mucho que hacer
lo cual preocupó al flamante equipo de inspectores pensando que ocurriría si
este sistema no lograba capturar a suficiente número de infractores. A las 9 de
la mañana la actividad comercial del
pueblo funcionaba a pleno, comenzando a recibir las primeras imágenes que
requerían acción por parte del triunvirato.
-
Mirá ese
Ford Falcon, va de contramano por Alberdi. ¡Qué animal! - grita Daniel -
-
A ver hace
un zoom, ya, se ve la patente - responde Carlitos - lo tengo. Apretá la tecla F4
y dale enter
-
Mandá la
primera nota de infracción - indica Joaquín –
-
JAJAJA!- continua
Carlitos entusiasmado - Sin formulario, sin discusiones, sin conductores que se
piantan y te dejan con el ticket en la mano”.
-
Otro, otro
grita Joaquín”. Uyy.. es el Gerente del Banco, Pedro Luís Ugarte. Jaja
reconozco el Renault rojo estacionando incorrectamente en el lugar de discapacitados... uhhh!
No había transcurrido más de media hora cuando Daniel
tiene en su pantalla una figura conocida en primer plano, otra vez en el centro,
en plena diagonal San Martín, a hora pico. No era otra que la archiconocida
camioneta Ford verde oscuro de Don Braulio, encargado de La Paulina,
estacionada a 90 grados sobre la vereda, a su lado se podía ver al mismo Don
Braulio cargando bolsas de semilla de trigo para la siembra.
Con el caer de la tarde se alivió el número de
infracciones al haber suficiente lugares para estacionar y menos tráfico. El
panorama se reiteró durante los siguientes cuatro días con los infractores
usuales y algún que otro forastero. Llegado el día viernes, contentos con el
nuevo sistema de trabajo, se encuentran en plena tarea durante la hora pico
cuando reciben la inesperada visita del Intendente con cara de notable
preocupación.
-
Muchachos
estoy recibiendo muchas quejas de infractores, manifestó la autoridad,
refiriéndose a la repetición de multas y cierto abuso de autoridad
-
Don Manuel
– interrumpe Joaquín -nosotros no hacemos más que seguir las indicaciones del
satélite
De inmediato Carlitos toma la defensa mientras acerca
la cámara a uno de los típicos infractores recalcitrante.
-
Vea, Don
Manuel esta gente no aprende más. Sin ánimo de ofender. Pero mire a este viejo
abombao. Aparece todos los días estacionando la camioneta a 90 grados en mitad
de la vereda y se pone a cargar bolsas de semilla, como si estuviera en el
galpón de la estancia
-
¿Don
Braulio? - Pregunta el Intendente - Este
es uno de los que más se quejo
-
Bueno - dice
Daniel dándose vuelta para dirigirse al Intendente quedando de espaldas a los
monitores - véalo usted mismo, ahí esta Don Braulio con su camisa a cuadros
cargando semillas
De repente un portazo, la oscuridad y la concentración
de la estación terrena se interrumpió con unos gritos agitados
-
A Don
Braulio le chupan las pelotas manga de idiotas!!
-
Don
Braulio!!... Exclaman a coro los inspectores.. –Pero cómo hizo para entrar
- preguntó agitado el Intendente
mientras manoteaba el comunicador del escritorio mientras apretaba el botón
reclamando nerviosamente por Mercedes, la que extrañamente no respondía.
-
Bueno
señor, usted no recibiría multas si tuviera más cuidado – le aclaró Carlitos,
de espaldas al monitor, tratando de calmar al intruso ignorando las imágenes.
Mientras sus dos compañeros apretaban cualquier botón
en la computadora, tratando inútilmente de cambiar de imágenes o de área,
dándose cuenta de que algo no andaba bien, algo que Carlitos todavía no podía
aceptar ni comprender.
-
Me puede
explicar oficial Gorostiaga – encaró con tono beligerante Don Braulio – ¿Cómo
carajo hago yo para estar en dos lados al mismo tiempo? Carlitos avistó con
asombro la figura de Don Braulio al tornar su mirada hacia los monitores
Inmediatamente siguió una continuidad de diversas
imágenes con infracciones de apariencia familiar, contempladas por el grupo a
bocas abiertas y en profundo silencio: el viajante de comercio a contramano por
Rivadavia, luego el gerente del Banco estacionando en el lugar de
discapacitados el taxi de José María Herrero de contramano por Las Heras para
levantar un pasajero y finalmente
Roberto Berardo con los arados en el medio de la calle que da a las vías.
-
Puta que
me parecía rutinario y aburrido el
maldito pueblo- señaló Joaquín
El Intendente ciego de furia y avergonzado por el
papelón no terminaba de entrar en razones con la certeza de que estaba llegando
el final de sus aspiraciones para ser reelecto. Continuaba pleno de vértigo apretando
el botón del intercomunicador reclamando por su asistente
-
Mercedes, Mercedes,
por favor comuníqueme con Mckintosh, es URRGENNTE!… MERCEDES!!...¿Qué raro, no
contesta?
Don Braulio comenzó a alejarse lentamente del salón no
sin antes advertirle al Intendente:
-
Si la
vista no me engaña Don Manuel, hace una horas la vi en el BMW del pelirrojo ese
andaba con usted en estos días. El auto cruzaba a gran velocidad, a la altura
de la estancia, poco antes de entrar a la ruta 7, como encarando hacia La Pampa
Don Braulio cruzó la puerta del recinto soltando una
fuerte y larga carcajada.
me gusto el final , y como describe personajes de los pueblos,muy lindo
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